Adrià Codina visitó Feriarte por primera vez como galerista y fue el más joven entre los expositores. Con 23 años, hace su salto al mundo profesional aquí gracias a dos participantes que le instaron a venir. “Me he arriesgado al venir a una feria de esta envergadura, porque es la mejor feria que hay de arte antiguo y moderno en España, y aquí estoy”.
Vea además: Arte e historia te esperan en Feriarte 2023
Todo comienza con la compraventa de antigüedades y objetos de coleccionismo mediante un comercio online. Sin embargo, ahora en Feriarte se presenta como galería. A pesar de que sus padres no se dedican a este mundo, Codina ha estado rodeado de arte durante toda su vida. “Desde pequeño he vivido rodeado de arte en casa y eso me ha hecho entrenar el ojo”. Es descendiente del reconocido Ramón Casas, pintor considerado parte del modernismo catalán. “Yo creo que existo gracias al arte y por lo tanto me tengo que dedicar al arte”.
Al ser Ramón Casas familiar, Adrià Codina ha estado adquiriendo todas las obras posibles de este artista desde que tenía diecisiete años. “En Madrid es un artista que está muy valorado. Todo el mundo ve tantos Casas juntos que no entiende nada porque normalmente un galerista lleva uno o dos, y aquí tengo más de catorce obras”. Lo que expuso en Feriarte pertenece al siglo XIX y al XX. Entre lo que ha conseguido adquirir para su galería, destaca uno de los pocos proyectos en yeso que se conservan de la Sagrada Familia:
“Tuve acceso a los familiares de Isidre Puig Boada, que fue el arquitecto que estuvo trabajando con Antonio Gaudí y quien ha continuado la obra después de su muerte. En el año 1927 cuando fallece le encargan que haga un libro con los planos, toda la documentación que había dentro del taller. Es de los pocos que se ha conservado porque en el año 37 los anarquistas queman el obrador de la Sagrada Familia y se destruye casi todo lo que había dentro. Puig salvaguarda este proyecto, que estaba allí antes de ese año. Supongo que lo coge entre el año 27 y 29 y por eso es de los pocos que han sobrevivido.”
Según Adrià, entrar en este mundo “es difícil pero no imposible. Depende mucho del sitio en el que naces y el contexto social y económico que te rodea, ya que es muy importante el bagaje cultural”. Se marcha de la feria contento y sorprendido por lo bien que le han recibido. “No me lo esperaba, eso de que sea la persona más joven de toda la feria es un caso poco habitual, pues son gente con una edad un poco más avanzada. Tanto los compradores como el público en general lo están tomando muy bien”. Un buen comienzo para alguien al que le queda por delante una gigante carrera llena de arte.
Le puede interesar:
Feriarte facilita el acceso de visitantes con jornada de puertas abiertas
Si amas la pintura, las tallas antiguas y las joyas, acércate a Feriarte 2023
Publicación anterior Joyas bibliográficas se dan cita en Madrid
Publicación siguiente La galería Jaume Bagot, Antigüedad en Feriarte
Publicaciones relacionadas
