¡Échale agua a la sopa!

Por Jaime Masó Torres

Del Seminario Gastronómico Internacional Excelencias Gourmet

La cubanísima expresión que da título a este material, nos dice qué sucede cuando llegan más invitados a la fiesta y la comida no alcanza. Sólo que en el Seminario Gastronómico Internacional Excelencias Gourmet que el Grupo Excelencias prepara cada año la realidad es distinta pues el evento invita a todos, sin amenazas de recortes. Además, permite hablar de gastronomía y formas de despertarle el gusto, ¡a cualquiera!

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Durante estos días especialistas e invitados reflexionan sobre tapas, cocteles y España está en el centro del debate. De buen gusto y exquisito sabor vale la pena, entonces, echarle agua a la sopa y ver algunos ejemplos de cómo la gastronomía también está presente en la mayor Isla del Caribe, un país donde por herencia hispánica, y de otras nacionalidades, la comida ocupa el centro de casi todo.

El arte ha recopilado, en sus muy diversas formas, la manera de comer y disfrutar del cubano. Hasta el día de hoy, compositores, pintores o dramaturgos, por ejemplo, tienen a la gastronomía como centro de sus creaciones. No se trata de glotonería o idea fija en el tomate y la carne: la inspiración, si agradable y rica, mejor.

Salsa: el ingrediente más internacional

Es lógico que mucho antes de que Ignacio Piñeiro escribiera Échale salsita, otros compositores ya habían sembrado la yuca o el maíz en sus canciones. Pero el tema de Piñeiro pudiera marcar el estilo que llamaríamos “gastronomía musical cubana” y que perdura hasta hoy.

Al hablar de “salsa”, el autor de El guanajo relleno ni imaginaba que la palabra pasaría a ser tiempo después, una marca internacional para referirse a un género que popularizó los ritmos cubanos en todo el mundo. A lo mejor fue por culpa de la “salsita” de Piñeiro que el puertorriqueño Tito Puente elaborara tantas mezclas de sonidos que hicieron bailar al universo y nacieran intérpretes como La Lupe, Graciela o la inolvidable Celia Cruz, la Reina de Salsa.

Sin ánimo de buscar responsables en esta historia, lo cierto es que Piñeiro bien puede llevar el título de uno de los mejores “chef de la composición musical cubana”.

Arte para comer

Hay muchísimos ejemplos donde la gastronomía ha estado (y está) en función de la creación artística (o viceversa). Dentro del teatro cubano pienso en Un banquete infinito. El texto, de Alberto Pedro, nos sitúa en un país sin nombre, en una época futurista en la que, luego de desaparecer el flagelo del SIDA, la humanidad se ha reproducido de manera vertiginosa, y la comida no alcanza. Por otra parte, Contigo pan y cebolla de Héctor Quintero nos coloca frente al dilema del  almuerzo y un deseado refrigerador.

Dos obras de las artes plásticas reafirman también nuestra opinión: Las frutas cubanas, de Amelia Peláez o La cena de René Portocarrero y en el cine dos ejemplos muy conocidos: La última cena, de Tomás Gutiérrez Alea o el costoso almuerzo “que ofrece doña Augusta en las páginas de Paradiso, capítulo séptimo”, reflejado en Fresa y chocolate.

Sopita en botella 

Es posible que los asistentes al Seminario que prepara anualmente el Grupo Excelencias, busquen datos sobre la gastronomía cubana que vinculada con la española o la china también tiene su historia, su representación y sus sonidos.

Será imperdonable olvidar La caldosa de Quique y Marina o probar en qué consiste el “quimbombó que resbala con la yuca seca”. A lo mejor prefieran Patica de chivo  o un Bacalao con pan. De cualquier forma, si desean visitar a un chef en La Habana, desde aquí le sugerimos ser prudentes y no tocar la puerta,  es posible que “el negro esté cocinando”.

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Puede obtener toda la información sobre el VIII Seminario Gastronómico Internacional Excelencias Gourmet aquí y en la web del evento.

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