El libro de fotografías Ballet Nacional de Cuba en tres tiempos, de la artista del lente Yailín Alfaro Guillén, publicado por la editorial Ocean Press / Ocean Sur, tuvo su presentación oficial en el Centro Cultural Prado 113 de la capital cubana, con la presencia de algunos bailarines de la compañía que desde hace setenta años lidera la prima ballerina assoluta Alicia Alonso y que fuera declarada el pasado año Patrimonio de la Nación Cubana.
El volumen contiene un total de ochenta instantáneas que nos descubren —como dicen los editores— «otro nuevo espacio, poco usual ante el espectador, donde el arte toma forma y se convierte, para siempre, en parte de la identidad cubana».
Yailín se graduó en 2009 del Instituto Superior de Diseño de La Habana. Ha hecho trabajos de diseño editorial, identidad corporativa y campañas publicitarias en función del propio Ballet Nacional de Cuba, así como para otras instituciones culturales, como el Circo Nacional de Cuba. Su labor como diseñadora editorial y fotógrafa en el semanario Opciones la comparte con colaboraciones con los periódicos Granma y Juventud Rebelde y las revistas Excelencias Turísticas del Caribe y las Américas y Cubaplus. Ha realizado muestras personales en Cuba, Serbia, Chipre, Italia y España.
Ballet Nacional de Cuba en tres tiempos hace un recorrido por esos minutos que no ve el público, pero que son decisivos para los que salen al escenario a brindar su arte, «momentos únicos e inusuales de esta compañía, instantes que le pertenecen a partir de ahora a todo aquel que decida hojear este libro». Su propuesta «no se limita a mostrar imágenes del repertorio clásico, tales como Giselle y El lago de los cisnes, o contemporáneos como Dianoaea, Después del diluvio o Tarde en la siesta, sino que va más allá, al instante preciso donde todo comienza, donde nace la magia: va hacia los camerinos. Aparecen entonces, con una mezcla de grandeza y simplicidad, los protagonistas de estos espectáculos».
La periodista de la Agencia Prensa Latina Martha Sánchez, quien tuvo a su cargo las palabras de presentación, destacó que a lo largo de los siglos los bailarines han sido idealizados por espectadores de todas las épocas. «La fotógrafa cubana Yailín Alfaro —apuntó— se valió de una cámara para captar, más que instantáneas fijas, cuánto de humano y de genialidad encierra ese universo efímero y complejo determinado por exigencias técnicas e interpretativas muy precisas». Más adelante precisó que el público aprecia en el teatro «un después, y esta fotógrafa nos invita a ser testigos del antes, asomarnos a la metamorfosis, al camino de la gestación de la maravilla que seduce y deslumbra a los corazones, que trasciende fronteras geográficas, idiomáticas y muchas otras».
El periodista Rodolfo Romero habló en representación de Ocean Sur y tuvo palabras de elogio hacia la artista, su persistencia y empeño en largas sesiones para escoger las fotografías que se incluirían en el libro, en un trabajo mancomunado junto al diseñador Yuset Sama.
Por su parte, Yailín relató a los presentes que Ballet Nacional de Cuba en tres tiempos guarda ocho años de trabajo con esa institución insigne de la cultura cubana. Contó que después de alguna que otra imagen furtiva que logró captar en los camerinos, y tras mucho insistir, logró la autorización para convertir su interés en un proyecto. «Finalmente conseguí la autorización de Pedro Simón. Él había hecho lo mismo con Alicia cuando ella bailaba. Solo me pidió que fuera muy discreta y que luego le mostrara el resultado. Pude hacer una exposición en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, luego llevarla a Chipre. Continué “molestando” tras el telón, de eso son testigos los jefes de escena. Gracias a esa gentileza cuento con una amplia carpeta de fotografías, de las que este libro es solo una muestra importante».