Matadero Madrid inaugura, el próximo 30 de enero a las 19:00 horas, Guerrilla Girls 1985-2015. Una exposición que compila la práctica totalidad del trabajo realizado por el colectivo artístico feminista estadounidense Guerrilla Girls e inaugura una serie de eventos que durante 2015 conmemorarán los 30 años de la fundación del colectivo.
Junto a sus emblemáticos carteles, organizados en una secuencia cronológica, se muestran una serie de documentos que generan un “contexto” que informa sobre la historia y los procesos de producción de Guerrilla Girls. Con las publicaciones, camisetas, correspondencia, documentación de acciones y exposiciones y otros archivos del colectivo también se puede ver el documental Guerrillas in Our Midst, realizado por Amy Harrison en 1992, y la entrevista en vídeo con miembros del colectivo, que realizó el comisario Xabier Arakistain en 2013.
Además, el sábado 31, a las 17:00 horas, varias de las integrantes de Guerrilla Girls ofrecerán una conferencia performance en Cineteca Madrid.
En la intersección entre el arte y el activismo, Guerrilla Girls son una voz destacada, tanto del arte feminista (feminist art), es decir, del arte producido desde perspectivas feministas, como de la última etapa del movimiento arte feminista (Feminist Art movement), el movimiento que aglutina prácticas artísticas y desarrollos teóricos realizados por artistas, críticas e historiadoras de arte feministas entre mediados de los 60 y mediados de los 80 del pasado siglo.
El movimiento arte feminista luchó para desbaratar ficciones que, como las de “artista genio” y “obra maestra”, sostienen un concepto de arte que se presenta como independiente de su contexto social e histórico. Un concepto que aunque se forja en el siglo XIX sigue vigente en la actualidad, ya que esas ficciones sirven para perpetuar los procesos de mistificación de un arte que se clasifica como mayor o menor dependiendo del sexo -y también de la raza- de quien lo produzca. Más aún, la excelencia del arte mayor, atribuido a aquellos artistas varones a quienes se les reconoce, “genialidad”, viene determinada por contraposición al valor secundario de un arte menor elaborado por las artistas mujeres.
La conciencia del mundo del arte
Guerrilla Girls inician su andadura a mediados de los años 80 en contra del renovado ímpetu que con el auge del neoliberalismo experimentan esas ficciones y procesos de mistificación que, dentro y fuera del campo del arte, oprimen y excluyen a las mujeres. Decididas a primar la dimensión política de su práctica y a denunciar el olvido sistemático que las mujeres sufren en las sociedades contemporáneas, el colectivo resolvió mantener en el anonimato a sus componentes, que se ocultan bajo máscaras de gorila y adoptan nombres de mujeres insignes ya fallecidas. Desde el principio, el trabajo de Guerrilla Girls, que ellas mismas definen como “la conciencia del mundo del arte” supone un punto de inflexión, tanto en el arte feminista, como en el movimiento arte feminista, por varias razones.
Por vez primera, las Guerrilla Girls ofrecen desde los 80 una visión general de los diferentes niveles y procesos que consolidan el sexismo en el arte, sin olvidar las conexiones que estos procesos en el arte mantienen con otras instituciones y ámbitos culturales y sociales.
Como consecuencia de su concepción del arte como un producto social e histórico, las Guerrilla Girls han empleado técnicas como el diseño gráfico y otros recursos usados por la publicidad, definiendo así el cartel, que utilizaron tanto las sufragistas, como las militantes feministas de los 60 y 70, como el principal soporte de su producción artística. Sus carteles, en los que juegan a estetizar la estadística, la ciencia del Estado, se han convertido en su seña de identidad. Estos carteles, que sitúan en el primer plano las complejas interacciones entre los agentes y los conceptos que rigen el campo del arte son, además, la base de sus actividades, que incluyen desde su colocación en espacios públicos, por ejemplo, a las puertas de galerías de arte de Nueva York, hasta diferentes acciones en museos y otras instituciones.
Probablemente el cartel de 1989 Do women have to be naked to get into the Met. Museum? Less than 5% of the artists in contemporary art sections are women, but 85% of the nudes are female (¿Tienen que estar desnudas las mujeres para entrar en el Museo Metropolitanos de Nueva York?, Menos del 5% de los artistas expuestos en la secciones de arte moderno son mujeres, pero el 85% de los desnudos son femeninos) sea el más conocido de Guerrilla Girls.
Según el comisario de la exposición, Xabier Arakistain, “el trabajo de Guerrilla Girls nos recuerda que los diferentes objetivos políticos planteados por el feminismo de los 60 y los 70 no se han alcanzado aún y nos invitan a continuar la lucha para conseguirlos”. En este sentido, el cartel de 1988 Until Feminism Has Achieved Its Goals, There Is No Post-Feminism (Hasta que el feminismo no haya alcanzado sus objetivos no habrá postfeminismo), es una firme declaración de intenciones.
La muestra podrá visitarse desde el próximo 30 de enero, en la Nave 16