La galería portuguesa era una de las invitadas para formar parte de la sección “Nunca lo mismo. Arte Latinoamericano”, espacio en el que presentaba la obra del artista Adrián Balseca. La galería lisboeta, a través de un concepto de espacio expositivo sorprendente, ha apostado completamente para esta 42ª edición de ARCO por la obra de este artista ecuatoriano, conocido por la habitual presencia de materiales y objetos en sus obras.
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“El trabajo de Balseca se enfoca mucho en la investigación histórica, principalmente en aspectos de ecología o de las poblaciones indígenas de Ecuador”, explica Beatriz Silva, de la Galería Madragoa, sobre el ecuatoriano.
La inserción de plantas dentro de barriles es lo primero que llama la atención del stand. “Esta instalación está formada por una serie de plantas introducidas en estos barriles, que originalmente transportaban petróleo y productos químicos. Nosotros los presentamos con plantas que eran tropicales, y ahora son domésticas, en lo que es un comentario hacia esta cultura de los jardines urbanos”, narra la portuguesa.
Asimismo, también llaman la atención varias obras en las que se representan tractores y otra serie de máquinas, pero con un mensaje reivindicativo. “Este trabajo lleva el título de Traducciones crudas, basado en el material promocional de una empresa que realizaba fertilizantes y productos a partir de petróleo. El artista lo tradujo en acuarelas en las que sustituía el paisaje de Estados Unidos por uno de Nueva Loja, en Ecuador, localidad que fue completamente destruida por la extracción de petróleo. Se trata de una denuncia al ‘petrocapitalismo’”, cuenta Silva.
“Estas acuarelas fueron de nuevo reinterpretadas en tapicerías, las cuales incluyen un pequeño texto. Se trata de textos que, al contrario de ser descriptivos de las máquinas como eran en la documentación original, describen las atrocidades cometidas en Ecuador”, añade.
La multidisciplinariedad de Balseca es una de las razones por las que la galería apuesta por el artista ecuatoriano. “La práctica artística de Adrián se divide en varias vertientes, ya que realiza instalaciones, fotografías, vídeos, siempre relacionados con las temáticas de ecología y el impacto de ciertas políticas en las poblaciones indígenas”, cuenta Beatriz.
La feria madrileña, que se celebra este año del 22 al 26 de febrero, es una de las paradas marcadas en el calendario para las galerías portuguesas, y es que tan solo tres meses después, a finales de mayo, ARCOlisboa tiene lugar en el país vecino. “Aquí en Madrid encontramos siempre caras familiares, aunque también es bueno encontrar nuevos clientes en la feria. Venimos a la feria desde hace 5 años, y estamos realmente contentos de la invitación que nos han hecho este año los curadores de esta sección, Manuela Moscoso y Mariano Mayer”, recalca.
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