La sala Dalmau: casi medio siglo apostando por las vanguardias históricas en Barcelona cierra sus puertas

Recientemente hemos tenido noticia de que la sala Dalmau de Barcelona cerraba sus puertas después de 45 años de plena actividad. De hecho, la galería siempre ha demostrado un gran interés por exponer las obras de varios artistas latinoamericanos, preferentemente de origen uruguayo como, por ejemplo, Joaquín Torres-García (Montevideo, 1874-1949), del que se celebran diversas exposiciones con motivo del 150 aniversario de su nacimiento, entre las que destacan las del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, la sala Parés de Barcelona -considerada como una de las galerías de arte más antiguas de Europa- y la propia sala Dalmau. 

Durante su larga trayectoria la sala Dalmau ha dado a conocer no sólo a Torres-García, sino también a varios de sus discípulos o seguidores del Taller que lleva su nombre, caso de su hijo Joaquín (Terrassa, España – Barcelona 1913-1992) que se hizo cargo del Taller después de la muerte de su padre; Alceu Ribeiro (Artigas, Uruguay - Palma de Mallorca 1919-2013), José Gurvich (Jieznas, Lituania – Nueva York 1927-1974), Gonzalo Fonseca (Montevideo – Seravezza, Italia 1922-1997), Rafael Barradas (Montevideo 1890 – 1929) y de Pedro Figari (Montevideo 1861-1938), personaje esencial del arte, la cultura y la política latinoamericana, además de Alejandro Viladrich (Argentina 1957), Mauricio Sbarbaro (Montevideo, 1960) y del pintor y escultor Juan de Andrés (Arévalo, Uruguay 1941), a quien hemos mencionado en diversas ocasiones en esta publicación y principalmente por haber recibido el Premio Figari 2022. 

La sala Dalmau la fundó Francesc Draper en 1979 junto con su hija Mariana, quien después de la muerte de su padre, acaecida en 1999, continuó con la labor de apostar por artistas de la segunda mitad del siglo pasado hasta la actualidad. Cabe destacar que siempre ha sido fiel a sus planteamientos como son exhibir las obras de artistas de la denominada escuela de París, además de los mencionados constructivistas latinoamericanos. Mariana Draper ha contado también con la inestimable colaboración de sus hermanos Cati y Lucas. 

Ubicada en pleno centro de la ciudad, al lado de otras galerías importantes, ocupaba los bajos del edificio modernista conocido como Lleó Morera, situado en la calle Consell de Cent lindando con el Passeig de Gràcia. El nombre de la sala proviene del galerista, marchante, restaurador y pintor Josep Dalmau, quien dirigió las galerías Dalmau entre los años 1906 y 1930. Precisamente en 1912 organizó la primera exposición a nivel mundial de artistas cubistas: Duchamp, Gris, Gleizes, Laurencin, Metzinger…

La primera exposición de la galería fue con el pintor español nacido y afincado en París Hernando Viñes, y la que ha cerrado esta larga etapa ha sido una colectiva dedicada a las vanguardias que, de algún modo, es un homenaje a varios de los artistas que han pasado por ella. La penúltima muestra la dedicaron a Torres-García, artista ligado desde sus inicios a la galería y que sirvió para recordar su trayectoria desde su estancia en Barcelona, que sirvió para conocer su obra figurativa, hasta su incursión al constructivismo que le hizo tan famoso. Asimismo, se exhibieron algunos de sus populares juguetes de madera Aladdin Toys. 

Torres-García estuvo muy vinculado con la capital catalana, ya que arribó a la ciudad a los 17 años, aunque antes estuvo en Mataró. Durante un breve periodo a principios del siglo pasado colaboró con el arquitecto Antoni Gaudí diseñando algunas vidrieras del templo barcelonés de la Sagrada Familia y de la catedral de Palma de Mallorca. En 1908 intervino en la sala de sesiones del ayuntamiento de Barcelona pintando varios frescos. La sala Dalmau le ha dedicado diversas exposiciones individuales y colectivas, destacando la que compartió con Figari y Barradas y las referentes a su Taller.