Carmen Alto recibe a los visitantes con experiencias de realidad aumentada

Grupo Excelencias, en la persona de su presidente el Sr. José Carlos de Santiago, participa en la celebración de un aniversario más del reconocimiento de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad. A 45 años de ese suceso, la Fundación Museos de la Ciudad, invita a vivir la experiencia "Visiones: realidad aumentada en el Carmen Alto" en el Museo del Convento del Carmen Alto, de Ecuador.

Adriana Coloma, directora ejecutiva de la Fundación, durante el recibimiento a los invitados comenta sobre un sinfín de experiencias exitosas en el ámbito museístico y cómo se ha empleado desde hace algún tiempo la realidad virtual y la realidad aumentada en estas instituciones.

Más adelante asegura: “En el marco de este mes del patrimonio queremos sumarnos, como Fundación Museos de la Ciudad a través del Museo del Carmen Alto, para presentar una nueva experiencia que podrán vivir desde hoy quienes nos visitan. Los desafíos de hoy y mañana están íntimamente atravesados por la digitalización, el uso de nuevas herramientas tecnológicas y la interacción en plataformas virtuales.”

Por su parte, María Gabriela Mena, coordinadora del espacio, revela ante los presentes: “Hemos estado en un proceso de alrededor de seis meses trabajando en la experiencia que ustedes están por vivir. Ha habido unas conexiones interesantísimas entre procesos de investigación, estrategias didácticas, pedagógicas con el equipo de museología educativa. Los auxiliares de sala dentro de este proceso hemos trabajado con sistemas, hemos aprendido muchísimo sobre tecnologías y nos hemos dado cuenta cómo una experiencia de realidad aumentada nos ayuda también a aumentar esta visión que a veces no la utilizamos al 100% porque vivimos en el frenesí, en la rapidez del día a día. El proceso de realidad aumentada que se sitúa en las salas de exposición del Museo, en los espacios históricos, patrimoniales, de memoria de vida, es una experiencia que nos va a llevar a ver de otra manera.”

Sirva entonces este preámbulo de incentivo al viajero para desde un peculiar escenario como ese antiguo convento de clausura, descubrir paisajes arquitectónicos inigualables y disfrutar de un verdadero viaje en el tiempo, ahora auxiliados por las nuevas tecnologías.