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Mila Huby propone “Cartografías de la Memoria” en la Bienal de La Habana
28November
Bienal de La Habana

Mila Huby propone “Cartografías de la Memoria” en la Bienal de La Habana

A Mila Huby la conocimos en la Galería Carmen Montilla del casco histórico de la capital cubana, institución que le ofreció espacio para exponer, y de cuya directora -Norma Jiménez- quedó muy agradecida. La obra de esta artista peruana es parte del extenso programa que propone la XV edición de la Bienal de La Habana. Fue un verdadero placer conversar con ella y obtener sus declaraciones en exclusiva para los lectores de Arte por Excelencias

Mila, ¿cómo nace el proyecto? ¿Surge por un interés personal en la Bienal o fue un encargo?

Yo expuse en abril de este año en el Centro Hispanoamericano de Cultura una obra que se denominó “Vaivenes de Ultramar” y que comprendía una novela escrita con parte gráfica y una obra gráfica que incluía una animación y una performance planeada a la distancia con bailarines cubanos del colectivo “Perro callejero”.

Mi contacto con La Habana, con Cuba, fue de una fascinación inmediata por este país, por esta ciudad. Me sentí muy identificada porque mi temática desde hace muchos años es el mar y justo en esa obra se habla sobre las migraciones, específicamente sobre las migraciones europeas al continente americano y las migraciones chinas del siglo XIX; también sobre el rol de la mujer en el siglo XIX y cómo esto va evolucionando de alguna manera y de otra no, hasta la actualidad. 

Ese fue el punto de partida para mi llegada a Cuba. Cuando estuve acá y luego de una experiencia maravillosa -porque creo que no hubo mejor lugar para exponer mi obra que el Centro Hispanoamericano de Cultura porque está frente al mar y toda la obra era el mar-, surgió la idea de indagar sobre el tema de la Bienal. 

Presenté mi proyecto que tiene que ver con “Vaivenes de Ultramar” y con otros que vengo desarrollando desde antes del 2006: es el tema de estas geografías compartidas con otros países, continentes, cómo nos relacionamos a través del mar con ellos. Cuando supe el título de la quinceava Bienal, “Horizontes compartidos”, dije “yo tengo que participar acá” y presenté el proyecto que retoma la idea de las cartografías. 

Yo trabajo también mucho el tema de las intervenciones en el espacio público en Perú, incluso yo enseño en la Facultad de Arte de la Universidad Católica en Lima y el curso que doy toca el tema del espacio y las intervenciones en espacios públicos, entonces soñé con esta obra en el espacio público y fue lo que presenté. 

Mi obra habla justamente de la cartografía del puerto del Callao que es mi relación con el puerto de La Habana y por eso mi sueño de colocar la obra frente al Malecón. Junto con la cartografía proponía un video mapping y una performance con estos bailarines, que ya son amigos, muy queridos. Entonces les propuse a los bailarines si ellos estarían dispuestos…

Presenté el proyecto sin saber que existía el proyecto colectivo “Detrás del muro”, y se lo pasaron al encargado. Ahí me enteré y el sitio que me dieron como emplazamiento para la obra me pareció increíble, en el Malecón, en el parque Maceo. La ubicación de la pieza era ideal, el vídeo mapping iba a ser en esa pared gigante que hay en el parque. 

Primero aceptaron mi proyecto y para mí fue una maravilla, una satisfacción, porque mi contacto con este país ha sido muy especial desde la primera vez que llegué y la posibilidad de volver tan pronto a hacer un proyecto en el espacio público fue como un sueño hecho realidad.

Luego, como siempre los artistas soñamos creo a lo grande, también planteé un taller con los alumnos del Instituto Superior de Arte (ISA) con quienes ya había contactado en abril para hacer unas serigrafías, unos grabados con el taller de esa institución. Les propuse que los alumnos intervinieran una obra mía en serigrafía con sus propias imágenes y propuestas de la relación entre el puerto del Callao y el de La Habana. Y el resultado ha sido lindísimo, porque lo logramos hacer. 

¿Qué dimensiones tiene la obra? 

La obra es bien grande, el ideal era que se viera el mar a través de la pieza porque esa es la idea. Esta pieza es una cartografía como si la levantaras del plano bidimensional al plano tridimensional y el espectador puede transitar entre ella. La pieza más alta tiene cuatro metros de altura, y la más ancha, como 5 metros.  El armado de las líneas de la cartografía justamente juega con esta idea de lo tridimensional para que el espectador pueda transitar entre la cartografía mirando el mar además. Las pared no tiene menos de 10 metros de altura. 

Ahí iba a estar el video mapping y los bailarines iban a poder hacer su performance pero las cosas se complican en todo el mundo y acá pasaron imprevistos como el huracán y la galería Carmen Montilla ha acogido la obra.  

 

obra de Mila

 

¿Qué tipo de materiales empleó? 

Es PVC, pero da la idea de que es de metal. Lo que pasa es que era muy difícil de transportar, la traje en piezas, entonces ha sido una locura armarla, es un rompecabezas. La idea es que parezca metal e idealmente yo la quiero hacer en metal y quién sabe si lo podamos hacer acá próximamente. Estoy en contacto con el escultor cubano José Emilio Fuentes Fonseca (JEFF) que hace piezas también en espacios públicos con metal, ya hemos estado conversando y voy a seguir viendo la posibilidad de hacerla para que quede  permanentemente en algún lugar en el espacio público y cumpla su cometido. Pero acá está muy bien, no puede estar en mejor lugar. 

¿Este tipo de ondas…? 

Son las líneas cartográficas y parten de una cartografía real de la isla San Lorenzo que está frente al puerto del Callao, son curvas de nivel del mar. Mi relación era esta cartografía traerla al puerto de La Habana. 

En su obra, además de esta pieza que trajo para la Bienal, ¿trabaja siempre la cartografía o trabaja también con otros medios? 

El tema de la cartografía lo estoy trabajando desde el 2006 como parte de mis imágenes, ya sean pintadas, impresas o fotográficas, porque trabajo mucho el grabado, la fotografía y la pintura. Mi formación inicial es como pintora, pero desde 1998 empecé con la fotografía. Viví en España unos siete años y ahí comencé con la fotografía e hice muchas cosas también relacionadas con el mar: creo que es mi temática, no puedo escapar de ella. Yo soy de Lima y también tiene una franja de costa muy larga. La costa del Perú tiene aproximadamente 2500 km de longitud lineales y distintos climas. Es bien especial, como para ir a recorrer y ver las diferencias. 

Pero no tenemos el color turquesa de estos mares que a mí me llenan el espíritu, porque son mis colores, que vienen no sé de dónde porque nuestro mar no es de ese color. Entonces ya yo trabajaba la cartografía, primero sobre la pintura - no solo fueron del Perú sino de algunas islas, algunas caribeñas-, y luego, el siguiente trabajo fue fotográfico con las cartografías. Hice una exposición que se llamaba “Cartografías del cuerpo y la memoria”, ahora son “Cartografías de la memoria” y “Cartografías del silencio” que es la pieza performática que interpretaron los bailarines y fue preciosa también. Ellos se apropiaron de la obra, del video mapping, y trataron su propio contenido. Me sentía súper identificada porque hablan mucho de la mujer, de su fuerza; hicieron su propia interpretación y a mí me parece que quedó increíble.

¿Proyecciones en el futuro?

Soy profesora en la Facultad de Arte y Diseño y eso me ata un poco pero ya tengo algunos proyectos en Lima. Quiero hacer esto, pero con la cartografía de acá en el Callao y ahí voy a necesitar la ayuda de todos los amigos que he hecho en este año -que siento van a durar para siempre-, como la directora del Centro Hispanoamericano, Lesbia, y todos los bailarines y los alumnos del ISA con los que también estoy generando unos proyectos: uno con el Taller de Grabado y otro con un fotógrafo cubano y los bailarines, a ver si logramos hacer un taller. 

Una buena oportunidad para los muchachos del ISA…

Y para mí una felicidad total. 

 

Anamaría junto a la curadora Issela Ccoyllo y a la artista peruana Mila Huby
A la derecha Mila Huby, al centro la curadora Issela Ccoyllo y a la izquierda la artista Anamaría Mc Carthy

 

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