Por Yordanis Ricardo Pupo / Fotos: ©Fundación Joan Miró
La Fundación Joan Miró de Barcelona tiene preparado para este verano un intenso programa de exposiciones y actividades, que nos acercarán al arte grafico japonés, a la obra de los artistas suecos Gideonsson/Londré y a la de Kader Attia, ganador de la última edición del Premio Joan Miró.
Además, la Fundación colaborará con el Festival Grec 2018, y recibirá a la compañía de danza taiwanesa Cloud Gate Dance Theatre, que ofrecerá un taller de meditación y de Tai Chi Dao Yin, en el Patio del Algarrobo.
Durante los meses de julio y agosto continuarán las visitas a su colección permanente –una de las más completas de Miró-. Pinturas, dibujos, esculturas y obras sobre papel, que permiten hacer un recorrido exhaustivo por todas las etapas de la cronología vital y artística de uno de los creadores más influyentes del siglo XX.
Hasta el 30 de septiembre se podrá ver “Las cicatrices nos recuerdan que nuestro pasado es real”, exposición de Kader Attia, Premio Joan Miró. En ella, el artista francoargelino nos introduce en sus obras más recientes, que giran en torno a la “noción de reparación”, una de sus principales líneas de investigación.
Para Attia, “Occidente ha tratado la reparación intentando borrar cualquier evidencia física, mientras que en otras culturas, las señales dejadas por acontecimientos traumáticos se aceptan e incluso se les da un tratamiento plástico que las pone en valor”.
“Tradición y modernidad”, otra de las exposiciones temporales (hasta el 22 de agosto), profundiza en la obra gráfica del célebre pintor Itō Shinsui, maestro de una de las corrientes de arte gráfico japonés del siglo XX, el shin hanga, y es parte del programa de eventos conmemorativos del 150 aniversario de las relaciones entre España y Japón.
Comisariada por Akiko Katsuta, la muestra reúne cerca de sesenta de sus mejores grabados en madera, producidos entre 1916 y 1964, que proceden de la colección de la Fundación Taiyo no Hikari; esta se completa con “Retrato de Enric Cristòfol Ricart” (1917), de Joan Miró, traído para la ocasión desde el MoMA.
Por su parte, con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell , y comisariado por Alexandra Laudo, el Espai 13 propone para la temporada 2017-2018 un ciclo de exposiciones en torno a los significados simbólicos y socioculturales que ha tenido a lo largo del tiempo un espacio paradigmático en el imaginario colectivo: la isla.
El ciclo se estructura a partir de cinco exposiciones monográficas protagonizadas por Irene de Andrés, Gideonsson / Londré, Gerard Ortín, Lucía C. Pino y Bárbara Sánchez Barroso y se completa con un club de lectura que propondrá sesiones de discusión de textos y otros materiales.
Siguiendo con la promoción del Archivo Joaquim Gomis, del que la Fundación es depositaria, y como parte de su programa de exposiciones fotográficas en el vestíbulo, hasta el 30 de septiembre se podrá ver “La Ricarda: Dos miradas”, de Joaquim Gomis y Magels Landet.
Gomis fotografió la Ricarda -la casa de su hermano en el Prat del Llobregat proyectada por Antoni Bonet- mientras la construían. Una vez acabada, también fotografió las veladas culturales que se organizaban. Décadas después, la escultora Magels Landet ha captado detalles de la casa, ya deshabitada, pero convertida en leyenda de la modernidad arquitectónica y cultural de la Barcelona de los años sesenta.
La Fundación Joan Miró la creó, en 1975, el propio artista, con su colección privada como base y con la voluntad de establecer en Barcelona un espacio para su obra, que fuera referencia internacional, y a la vez, impulsará la investigación y los estudios sobre su legado y el arte contemporáneo en general.
El Premio Joan Miró, otorgado por esta Fundación y la Obra Social "la Caixa", es un reconocimiento a la creación actual de aquellos artistas que destacan por “el espíritu de investigación, innovación, compromiso y libertad” que caracterizó la vida y obra del escultor catalán.
