Por Jorge Fernández Era
La exposición Albedrío, de las artistas Adislén Reyes ―graduada de la especialidad de Grabado de la Academia San Alejandro― y John Deneuve ―con formación en la Escuela de Artes Decorativas de Strasbourg, Francia― estará abierta hasta el 25 de junio en la galería del Palacio del Segundo Cabo, Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa. La muestra fue inaugurada el pasado 25 de mayo como parte del Mes de la Cultura Francesa en Cuba.
Adislén ya había impactado al público cubano con muestras como Paciencia, en la galería habanera Galiano, «al proponer una visualidad fresca y aparentemente ingenua donde prima la imagen de un personaje asexuado que hace las veces de niño o niña. A partir del concepto de la serialización (heredero del diseño) y de los colores pasteles (rosa, verde, azul y amarillo claro fundamentalmente)», establece una comunicación excelente con su colega francesa, y abren con sus obras interrogantes comunes al espectador.
Veamos qué nos dice sobre Albedrío su curadora y museógrafa, la licenciada Liritza E. López Gómez, especialista de Artes Visuales de la Oficina del Historiador de la Ciudad: «La intersección de John y Adislén se encauza hacia lo autorreferencial como móvil para discursar sobre el pensar y actuar contemporáneos. Paralelamente, el incitar desde el sentir propio asume matices de infantilización mediante símbolos y modos. La lucidez y sutileza de la infancia, más allá del estadio pasado o perdido, develan la capacidad de reinventarse y explorar desde la intuición y la espontaneidad femeninas. En correspondencia con esta actitud fluctúan la apropiación, la paradoja, la ambigüedad y el instinto respecto a los referentes de nuestro tiempo. Así, sus vínculos y variaciones trascenderán estas líneas, en tanto sus albedríos fomenten impresiones en el tercer concurrente: el espectador».
Dejemos que sean las propias artistas las que definan por sí mismas qué pretenden con este Albedrío que no es capricho ni antojo, y sí capacidad de actuar según la propia voluntad o elección:
Adislén Reyes: «Mi trabajo parte de una visión hedonista del mundo y del arte, de ahí el cuidado de los detalles formales y el hecho de que destaque la belleza por encima del resto de los elementos. Sin embargo, es una obra permeada de sutilezas, que de manera indirecta expone otros conceptos valiéndose de la relación de contrarios como herramienta en muchos de los casos. Me regodeo en diferentes clichés para, mediante la saturación de los mismos, lograr una visión más cínica de la realidad. El vaciamiento, la superficialidad, la indefinición, lo decorativo y lo artesanal constituyen algunos elementos recurrentes en mi obra».
John Deneuve: «Desarrollo un universo plástico proteiforme, instalaciones, videos, objetos, pinturas y dibujos. Siempre en el límite de diferentes géneros y categorías estéticas, explotando numerosos códigos de género, me gustaría dilucidar las trampas del pensamiento único que, gracias a la ignorancia, todavía ganan mucho terreno. Pero también la imagen de la mujer en los medios, la evolución de las costumbres y de la condición femenina a lo largo del siglo, el cuestionamiento del derecho de las mujeres, la presión para ajustarse a la norma. Poner en escena lo cotidiano y lo banal tratando de ampliar el campo para una nueva comprensión común, una perspectiva, una salida donde la situación toma varios significados. Mi trabajo opera por desplazamiento en un intento de desacralización, o de sacralización absurda, que equivale a lo mismo. El espectador está invitado a encontrar una salida a un espectáculo que le intranquiliza y crea un espacio de desorientación cercano al absurdo».
Le puede interesar: On al video - arte en la Víctor Hugo
Boggio a La Habana: Museo de Artes Decorativas cubano entra en el Siglo XXI