Con el título “Puccini y la Argentina” se exhibe en el Museo Nacional de Arte Decorativo hasta el 15 de diciembre de 2024 una muestra sobre el gran operista italiano.
A 100 años de la muerte de Giacomo Puccini (Lucca, 1858– Bruselas, 1924) el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires se suma a esta conmemoración mundial mediante una muestra que cuenta con la curaduría de Laura Malosetti y Daniel Varacalli.
La muestra se desplegará en los salones del Museo Nacional de Arte Decorativo, el Salón Dorado de la Casa de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y la Sala Roma del Instituto Italiano de Cultura y también incluirá charlas, recitales y conciertos.
“Puccini y la Argentina”, ideada y producida por el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires bajo el patrocinio de la Embajada de Italia en Argentina, consiste en una experiencia inmersiva donde la música dialoga con la exhibición de vestuario perteneciente a óperas icónicas, bocetos, videos y elementos escenográficos, así como documentos y objetos relacionados con el gran operista italiano y su vínculo con la Argentina.
La mayoría de las piezas que integran la muestra han sido gentilmente ofrecidas en préstamo por el Teatro Colón de Buenos Aires y coleccionistas privados.
Giacomo Puccini, uno de los más célebres compositores de ópera de la historia, tuvo una temprana y extraordinaria popularidad en Buenos Aires, que se hizo evidente cuando el artista visitó la ciudad en 1905, ocasión en la que se alojó en el edificio del entonces diario La Prensa, el mismo edificio donde hoy se encuentran las oficinas de la Casa de la Cultura de la Ciudad.
El vínculo de Puccini con la Argentina, tanto personal como profesional, fue intenso y único. Comenzó cuando todavía era un compositor casi desconocido en Italia, sufría un fracaso inicial y su hermano menor Michele emigraba a Buenos Aires a fines de 1889. En la capital argentina lo esperaban legiones de fanáticos, entre inmigrantes recién llegados y criollos bien afincados: todos, de cualquier clase y condición, eran presa de la fiebre pucciniana.
Su visita fue el primer “Festival Puccini” del mundo. Durante su estadía le fue encargado y compuso un himno escolar: Dios y patria, su única obra con letra en español que fue redescubierta en el año 2006 por Gustavo Otero y Daniel Varacalli en una investigación bajo el auspicio del Instituto Italiano de Cultura. Si bien nunca más volvió a Buenos Aires, fue ésta la primera ciudad del mundo en la que sus óperas se estrenarían luego de su prima italiana con apenas meses de diferencia.
Tras la muerte del músico, la relación se volvió aún más estrecha: Turandot, su título póstumo e inconcluso, también vio la luz en el Teatro Colón tras su estreno en Italia en 1926. María Callas la cantó en ocasión de su viaje a Buenos Aires en 1949. Luciano Pavarotti eligió La Bohéme para su presentación en el Teatro Colón en 1987. Y cuando el teatro reabrió en 2010, tras un largo y complejo restauro, fue otra vez La Bohème la ópera elegida para su reapertura.
Fuente: MNAD