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Michael Donaldson entre la abogacía y el cine
09December

Michael Donaldson entre la abogacía y el cine

Por Jorge Fernández Era

 

Los habituales ciclos de conferencias que acompañan al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana fueron inaugurados en esta edición 38 en el Salón Taganana del Hotel Nacional de Cuba con un encuentro con Michael Donaldson, consejero general de Film Independent —sede de los Independent Spirit Awards y del Festival de Cine de los Ángeles—, donde ha sido por más de treinta años defensor del cine independiente, además de trabajar en películas de Oliver Stone, Davis Guggenheim, Lawrence Bender y otros cineastas norteamericanos.

 

El derecho de autor o copyright en las obras cinematográficas, los puntos de contacto y las diferencias entre las leyes vigentes en Estados Unidos y en Cuba fue el tema que centró el intercambio del prestigioso abogado con el público asistente. Sobre las posibilidades que ofrecen la jurisprudencia y la legislación norteamericanas —basadas en el derecho anglosajón— abundó Donaldson en su intervención.

 

El jurisconsulto norteamericano disertó sobre el llamado «uso razonable» de las obras artísticas. «Es fascinante comprobar cómo nuestro dos sistemas jurídicos tienen en esta área bastante similitudes, a pesar que la ley de derecho de autor cubana, aprobada tras el triunfo de la Revolución, tiene conceptos y objetivos generosos muy diferentes de la nuestra, que, por ser capitalista, está centrada en que el autor, al sentirse dueño de todos los derechos, exige se le pague por la utilización de su obra, por lo que resulta muy engañoso para un realizador norteamericano incluir la de otros artistas sin que medie el dinero en ello. La ley de ustedes es muy diáfana; la de nosotros les aseguro que pueden tener de ella la mejor de las traducciones… pero no van a entenderla».

 

Michael Donaldson apoyó sus palabras con la proyección de fragmentos de litigios en los que ha tenido que representar a las casas productoras del cine norteamericano.

 

En tiempos en que ambos países abren sus puertas a un intercambio cultural mucho más fluido, se hace imprescindible, lo mismo para productores que para todos aquellos que de alguna u otra forma intervienen en el hecho cinematográfico —músicos, fotógrafos, sonidistas, ambientadores…— encuentros como este, pues es casi imposible realizar un filme sin antes conseguir los derechos para la incorporación de otras artes en la obra audiovisual. Su conferencia, concluyó Donaldson, es solo el comienzo de una amplia colaboración sobre derecho de autor que se abre entre los especialistas jurídicos de Cuba y de Estados Unidos.