El escultor Pepe Monserrate emprende su carrera internacional

Madrid.- El escultor Pepe Monserrate (Madrid, 1973) emprende su carrera internacional con el montaje de una exposición en Londres, en la galería Pall Mall,  a partir del próximo viernes 18 de noviembre, y a la que seguirá otra muestra en México prevista para los primeros meses de 2017.

El escultor madrileño viaja a Londres con una colección completamente inédita de piezas de gran formato, realizadas  con técnica mixta (bronce, hierro, pasta refractaria, sales y ácidos), que utiliza el Mediterráneo y sus iconos para enmarcar historias, elevar conceptos y construir emociones.

La colección se estructura en 3 proyectos. El primero de ellos, titulado “Evolucionando. Calma y belleza”, parte de la ley física que dice que la energía ni se crea ni se destruye, sino que evoluciona de una forma a otra. La obra es una reflexión metafísica sobre este proceso y sus fases cíclicas, construida a través de tres símbolos del mar Mediterráneo con tres niveles de deterioro distintos en cada una de ellas: “anclas de almadraba” (arte de pesca laberíntico ancestral para capturar atunes rojo en sus migraciones); “noráis” de amarre artesanales de puertos de pescadores pequeños y “cuadernas” de un barco fenicio de comercio.

El segundo proyecto, también compuesto por tres obras, se titula “La salida está en el interior”, con el que profundiza en el binomio libertad/cautividad en el que se debate el mundo actual. En este caso, se apoya en la recreación de un palangre, una granja de atunes y una “encañizada”.  “Cada individuo, como dueño de su destino, decidirá morder o no el cebo del palangre, dejarse atrapar y ser engordado en la granja de atunes, entrar en el laberinto de la “encañizada”,  o , en última instancia,  escapar de cualquier forma que limite nuestra libertad, porque siempre hay una salida, y esa salida está dentro de cada uno”, explica Monserrate.

La exposición se cierra con “Solitario”, “un magnífico ejemplar de mero gigante “deconstruido” que ha superado las pruebas más duras  en las profundidades y ahora es dueño de su destino. Es un símbolo de resiliencia, fuerza, poder y calma”, señala el escultor.  La obra,  de 3 metros de longitud, está acompañada por un video-arte en el que se puede observar a “Solitario” nadando por unas profundidades cargadas de misterio y belleza.

Una obra inspirada en el Mediterráneo y de alta cotización

Pepe Monserrate inició su andadura en el mundo del arte esculpiendo para colecciones privadas, y en mayo de 2016 expuso por primera vez de cara al público en  la emblemática Marta Torres Gallery de Ibiza,  muestra con la que se reveló como una de las figuras emergentes con mayor proyección en el complejo mundo del arte.

Su obra  fue acogida con entusiasmo por el público y la crítica, y valorada por los coleccionistas. La pieza central de aquella exposición, y la de mayor formato, titulada “Solitario”, alcanzó cifras sobresalientes. Fue vendida a un coleccionista privado por un importe superior a los 55.000 euros.

Monserrate basa su trabajo en el mar Mediterráneo. El mar como campo infinito para expresar las más profundas emociones, deseos, pasiones y miedos. “Concibo el  Mediterráneo como un marco propicio para ahondar en las raíces más profundas y arcanas de cada individuo. No podemos obviar que es la cuna de la civilización mundial, puente hacia oriente, símbolo de la creatividad, de la búsqueda del sentido de la vida y de la sabiduría”, asegura el artista.

Entre la gran empresa y el arte

La vida profesional de Pepe Monserrate ha estado ligada al mundo de la gran empresa dentro del sector de las nuevas tecnologías y ha emprendido numerosos proyectos personales. Su trayectoria profesional se construye como ejecutivo de dirección general, marketing y comunicación en diferentes compañías a nivel nacional e internacional, en las que ha asumido diferentes puestos de responsabilidad.

Hace más de 10 años, tras un periodo de reflexión vital, Monserrate decidió explotar su sensibilidad artística, que le acompaña desde niño y comenzó a esculpir con la vista puesta en  colecciones privadas y con el único objetivo de obtener satisfacción de un sentimiento creativo que lo traslada una y otra vez a los paisajes del Mediterráneo.