Pasar al contenido principal
Joaquín Mateo: "Espacios de vida"
03November
Noticias

Joaquín Mateo: "Espacios de vida"

El hogar es el refugio de la personalidad, el cobijo al abrigo de los condicionantes sociales donde podemos ser nosotros mismos sin la presión del qué diran, y a este espacio de privacidad dedica mayoritariamente Joaquín Mateo (Zaragoza, 1957) los cuadros que expone en la Sala Rusiñol de Sant Cugat.

 

Las estancias íntimas que representa el artista están pobladas de objetos que retratan con más exactitud que los rasgos faciales a sus propietarios. Unas gafas encima de un libro abierto expresan el ansia de conocimiento que perdura a pesar del paso del tiempo que nos resta fuerzas y nos obliga a redoblar los esfuerzos si no queremos bajar el exigente ritmo que nos hemos impuesto en el camino siempre hacia adelante de la vida; una taza de café muestra el valor del placer reflexivo que está al servicio del individuo y que se opone al deseo descontrolado que engulle a su víctima en un espiral aniquilador.

 

Joaquín Mateo ama la alta cultura pero también  las manifestaciones artísticas más populares, pues sabe que los dos ámbitos ofrecen obras de interés que satisfacen gustos igualmente legítimos, de aquí que en sus lienzos encontramos tanto una composición de Bach como un poster de un cantante de música ligera, libros, cómics, y prensa tradicional y diarios gratuitos. A la vez, la letra impresa hace acto de presencia con mensajes que nos instan a ser felices, nos recuerdan que es ahora o nunca, y nos preguntan con quien compartimos nuestro tiempo.

 

Pero aunque a veces nos tiente recluirnos en nuestra esfera privada hecha a medida, tenemos que aceptar nuestra condición y responsabilidad de seres sociales y abrirnos al mundo exterior, aunque sea para recibir todo aquello bueno que éste nos puede ofrecer y para aportar lo que buenamente podamos para hacer un lugar mejor. Por eso, en las pinturas de Joaquín Mateo, los balcones y las ventanas están abiertos y dejan ver una vista que puede ser encantadora como la ciudad de París o un pared de mar azul.

 

La exposición se titula acertadamente Espacios de vida, ya que dos son los espacios que interactúan, el privado y el público. Y la lección que nos da Mateo es que tenemos que cultivar el espíritu y la sensibilidad en el primero para transformar a mejor el segundo.

 

 

SALA RUSIÑOL del 4 al 30 de noviembre