Héctor Garrido iluminado

Por Jorge Fernández Era

El próximo martes 5 de julio, a las seis de la tarde, quedará inaugurada en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales de la Plaza Vieja la exposición Cuba iluminada, del fotógrafo español Héctor Garrido, quien ha recogido para la posteridad las imágenes de doscientas cincuenta personalidades de la cultura.

La  obra de Garrido forma parte de importantes colecciones en Europa y América. Ha publicado cientos de reportajes fotográficos en las más prestigiosas revistas del mundo y un total de diecisiete libros que dan fe de su incansable labor. Aunque la ciencia forma parte importante de sus inquietudes artísticas —trabaja en la estación biológica de uno de los parques naturales más importantes de España: el Doñana—, siempre sintió atracción por sumergirse en los misterios del rostro humano. «El retrato era una de las exigencias que yo tenía en mis frecuentes expediciones. Hacía una aportación, que era la de hacer retrato etnográfico. En cada uno de los sitios apartados del planeta a los que iba, quería retratar las diferentes culturas, la verdadera esencia humana de cada lugar. En todas las series que he hecho hay un conjunto de retratos, muy importantes para mi formación, de las etnias más dispares que uno pueda imaginar: en los Andes, Australia, África, hasta en pequeños grupos etnográficos europeos. Para mí era el aliciente para hacer la exposición».

Así llegó a Cuba. «Al principio no había proyecto, solo un primer retrato. Cuando hice la primera sesión de fotos aún no tenía en mente Cuba iluminada. Aparecieron poco a poco los primeros retratos de una serie de personajes muy interesantes de la cultura de Cuba. La editorial Planeta me propone hacer un proyecto, en principio con las cien personalidades fundamentales de la cultura cubana. Hoy ya no trabajo con ese grupo, ya no son cien, son doscientos cincuenta los retratados».

Tanto evolucionó el proyecto Cuba iluminada, que hoy la vida de Héctor Garrido está profundamente ligada a nuestro país: su familia es cubana —su esposa es la actriz Laura de la Uz—, y su proyecto fotográfico, aún por crecer, es y será testigo del arte cubano contemporáneo.