"El color es el teclado. El ojo es el martillo, mientras que el alma es un piano de muchas cuerdas.
El artista es la mano a través de la cual hace vibrar el alma humana”.
Wassily Kandinsky, De lo espiritual en el arte, 1912
Aproximadamente 150 años después del nacimiento de Wassily Kandinsky (1866-1944), uno de los grandes pioneros del arte abstracto, CentroCentro Cibeles celebra su recorrido artístico y espiritual con una exposición que abarca cuatro décadas de evolución artística, desde las primeras obras figurativas hasta exuberantes experimentaciones de abstraccionismo y color.
Producida y organizada por CentroCentro Cibeles, el Centro Pompidou de París y Arthemisia Group, la exposición, comisariada por la historiadora del arte Angela Lampe, curadora del Museo Nacional de Arte Moderno Centro Pompidou, está concebida como retrospectiva monográfica que presenta alrededor de 100 pinturas, dibujos y fotografías tomadas de los ricos fondos del Centro Pompidou. Casi todas estas extraordinarias obras formaban parte de la colección personal del artista y fueron donadas por su viuda, Nina.
Profundamente impresionado por la series de pajares de Monet en la exposición impresionista de Moscú de 1896 y por la puesta en escena de Lohengrin, la ópera de Wagner, Kandinsky abandonó una carrera universitaria en derecho y economía para convertirse en pintor en Alemania, a la edad de treinta años. Además de llevar a cabo el itinerario clásico de estudios bajo la dirección de maestros como Anton Azbé y Franz von Stuck en Múnich, viajó por Europa (incluso hasta Túnez en 1904-1905) y permaneció en Sèvres, cerca de París, desde 1906 hasta 1907 (Parque de Saint-Cloud, 1906). Desarrolló una visión artística que abarcaba numerosos campos, como la pintura y la música, a través de las cuales buscó e impulsó lo que él definió como "lo espiritual en el arte", en el ensayo del mismo nombre, escrito entre 1904 y 1911 para estructurar sus ideas.
Las secciones de la exposición siguen las huellas de los periodos clave en la vida de Kandinsky, desde los primeros años en Alemania a los de Rusia, al retorno a la Bauhaus de Weimar y luego hasta los últimos tiempos en Francia, a través de una serie de obras fundamentales como Ciudad Vieja (1902), Canción (1906), Improvisación III (1909), En gris (1919), Amarillo, Rojo y Azul (1925) y Cielo azul (1940).
La exposición se desarrolla en orden cronológico, en cuatro secciones a lo largo de ocho salas.
Múnich, 1896-1914
Kandinsky se trasladó de Rusia a Múnich para estudiar pintura en 1896, cuando la ciudad estaba abandonando el simbolismo para convertirse en la capital europea del Jugendstil, Art Nouveau o Modernismo en España, un movimiento que seguía el camino del arte a través de proyectos decorativos.
Kandinsky empezó con pequeños paisajes tardo-impresionistas como Schwabing (1901) y obras de brillantes colores al temple inspirados en antiguas leyendas germánicas y en la vida arcaica del Imperio Ruso, como en su Antigua Rusia (1903-1904).
A partir de 1908, durante sus estancias de verano en Murnau, donde había alquilado una casa con su amante alemana Gabriele Münter, creó las primeras obras utilizando colores antinaturalistas brillantes para traducir la realidad en imágenes planas, bidimensionales, inspiradas por el fauvismo. De este modo, el paisaje se convirtió en un pretexto para ejercitarse en la forma y en las investigaciones sobre el poder del color, lo que le llevó al proceso inicial del arte asbtracto, como en Improvisación III (1909).
Fue en Múnich donde Kandinsky escribió “De lo espiritual en el arte”, un lúcido análisis teórico de su experimentación pictórica, desde la relación entre la forma y el color al nexo entre el color y el sonido, que él veía como elementos cruciales y fundamentos del arte abstracto.
Alcanzó el punto de inflexión definitivo en 1911, cuando él y Franz Marc se embarcaron en la aventura cultural del movimiento Der Blaue Reiter (El jinete azul), realizando dos exposiciones entre 1911 y 1912.
En mayo de 1912 se publicó el célebre Blaue Reiter Almanach (Almanaque El jinete azul) con reproducciones, artículos e información sobre temas exclusivamente artísticos, contemporáneos y de carácter innovador. La publicación incluía ensayos de Kandinsky, August Macke, Franz Marc y del músico y pintor Arnold Schönberg, así como reproducciones de obras de arte de todas las edades, orígenes y géneros con una acentuada característica de contenido espiritual.
Durante este período en el que Kandinsky creó sus primeras obras totalmente despegadas del realismo, transposiciones de su mundo interior en imágenes abstractas.
Regreso a Rusia, 1914-1921
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Kandinsky se vio obligado a regresar a Moscú, dejando casi todas sus obras a su compañera alemana Gabriele Mûnter. En 1915 había trabajado exclusivamente en papel (Sin título, 1915) y solo volvió a pintar en 1916. Después de casarse con Nina Andreyevskaya, mucho más joven que él, incursionó brevemente en el arte figurativo, pero se involucró en la Revolución de Octubre y tuvo un papel clave en las nuevas instituciones culturales hasta 1920.
Mientras tanto, pintó poco debido a sus compromisos oficiales pero abrazó definitivamente el arte abstracto (como en la obra fundamental En gris, 1919). Después de haber sido atacado por la vanguardia constructivista más joven y más radical a causa de su expresionismo espiritual, decidió regresar a Alemania a finales de 1921.
Los años de la Bauhaus, 1921-1933
Kandinsky, que había obtenido reconocimiento por sus escritos, fue invitado por Walter Gropius para dar clases en la prestigiosa escuela de arquitectura y de arte conocida como Bauhaus. Se hizo cargo del curso de pintura mural en 1922 y en el mismo año produjo con sus alumnos una serie de paneles de grandes dimensiones para el vestíbulo de la sede de la Juryfreie Kunstausstellung de Berlín.
También en 1922 creó la carpeta Pequeños Mundos, con estampas que son una síntesis de sus obras expresionistas anteriores a la guerra, del nuevo y más geométrico estilo de la época rusa y de los nuevos desarrollos de la Bauhaus (Cuadrícula negra, 1922). Los años de la Bauhaus vieron su estrecha amistad con Paul Klee y la publicación de otra obra importante de Kandinsky, Punto y línea sobre el plano (1926).
Los títulos de sus cuadros – Amarillo, rojo y azul, Naranja (1923), En blanco II (1923), Amarillo, rojo y azul (1925) – ponen de manifiesto la relación entre colores y formas geométricas. Las primeras formas orgánicas hicieron su aparición en 1930. El cierre de la Bauhaus en 1933, a causa de la presión del régimen nazi, le obligó a trasladarse de nuevo, esta vez a París.
París, 1933-1944
Kandinsky llegó a París en 1933. Aunque era indiscutiblemente la capital del mercado del arte, la ciudad se dedicaba a sus propios artistas (Picasso y los surrealistas, sobre todo) y tenía poco interés en la abstracción pura de un artista ruso con ciudadanía alemana.
Kandinsky se estableció en un apartamento en Neuilly-sur-Seine, cerca del Bois de Boulogne, con vistas al Sena. Le encantaba su luz cristalina y límpida, que suavizó su paleta. Al mismo tiempo, también por la influencia de sus amigos surrealistas Jean Arp y Joan Miró, sus pinturas y obras sobre papel mostraron una proliferación de formas biomórficas, amebas, criaturas de las profundidades, embriones e insectos (Composición IX, 1936; Conjunto colorido, 1938; Cielo azul, 1940; Una celebración íntima, 1942). Kandinsky se sumergió en este microcosmos también con el objetivo de escapar de la angustia de la guerra. Murió el 13 de diciembre de 1944 sin ver el final de la contienda.
CentroCentro Cibeles
CentroCentro Cibeles, espacio cultural del Ayuntamiento de Madrid, abrió sus puertas en marzo de 2011 y ocupa hoy un lugar central de la oferta cultural de la ciudad, con más de 1.300.000 visitantes al año. Desarrolla un programa cultural con un amplio registro de muestras temporales, jornadas, conciertos, simposios, etc., centrado en la ciudad y la ciudadanía, y en áreas como las artes plásticas, diseño, arquitectura, moda, y fotografía, entre otras.