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Diana Balboa abre puertas en la XII Bienal con novedades
15June

Diana Balboa abre puertas en la XII Bienal con novedades

Por: Octavio Borges Pérez

 

La iniciativa Open Studio –Estudio Abierto- de la XII Bienal de La Habana pone a disposición del público múltiples espacios para contactar en vivo y en directo con sus artistas preferidos.

 

Para la destacada pintora, dibujante, grabadora y ceramista Diana Balboa Hernández, esa es una locura fabulosa, porque tocan a su puerta lo mismo estudiantes de las enseñanza primaria, secundaria, preuniversitaria que personalidades cubanas y extranjeras.

 

Con más de 60 exposiciones personales y 200 colectivas en la Isla y fuera de ella y obras suyas en prestigiosas galerías, como La Capilla del Hombre, en Quito, Ecuador, confiesa que se sentía un poco en baja y no tenía pensado exhibir nada en esta ocasión, pero conminada por Remberto  Ramírez, otro artista que vive en su edificio,  quien le propuso intervenir el lobby, decidió abrir también su estudio y con obras nuevas, muy recientes.

 

Se trata de mapas, que reunió en un reciente viaje a España, sobre los que dibuja y pinta, serie que tituló Apuntes de viaje, una especie de bitácora de los sitios que recorrió.

 

“Allí colecté mucha cartografías y encontré algunas muy curiosas, como el de Vic, en Barcelona, un lugar donde las gentes elevan globos aerostáticos o de los barrios periféricos como el obrero de Santo Andreu.

 

Diana dice que eso no es nada nuevo, que muchos artista lo han hecho antes, pero lo novedoso para ella deviene el concepto, eso de la bitácora de viaje.

 

En esa misma idea tomó un viejo mapa que tenía en casa del capitalino cementerio Colón y empleó tres días en recorrerlo, no por los lugares turísticos habituales, sino por los de interés artístico e hizo verdaderos hallazgos, como la tumba del gran poeta y escritor cubano José Lezama Lima, una jardinera con un poema que le dedicó Eliseo Diego a su esposa Bella y un magnífico mural cerámico de la Virgen María realizado por René Portocarrero y que se encuentra en un lugar prácticamente desconocido por todos; así como una preciosa escultura de Rita Longa y la lápida de un emigrante gallego desconocido, cuyo nombre no aparece en la dedicatoria “Al cantor de la tierra” –en idioma galego-; con las imágenes de todo eso hizo un collage.

 

De la iniciativa de los Open Studio dice que no es solo la ganancia de múltiples espacios expositivos sino también, la apropiación que han hecho las personas comunes de la Bienal.

 

Señala que para ella fue divertidísimo lo que ocurrió, incluso antes de inaugurarse la fiesta de las artes plásticas, cuando abrieron la playita Resaca, en el Malecón, cómo las gentes compraban bebidas en la acera de enfrente y se tiraba en las tumbonas.

 

Con relación a las atalayas ubicadas en varias partes, recuerda que había un niño de nueve años sentado en una de ellas y subió y se acomodó a su lado,  se puso a conversar y el pequeño le dijo que estaba allí porque le gustaba ver el mar y las olas.

 

Esta Bienal es una fiesta para la ciudad, recalca, una felicidad para la población y recuerda que cuando fue al Museo Nacional de Bellas Artes le costó trabajo entrar por la multitud que había.

 

Los eventos de las artes plásticas en todo el mundo, destaca, son elitistas, para un público conocedor, pero esta Bienal es un desborde popular.

 

De sus proyectos inmediatos informa que regresó al Taller de Artes Gráficas del Callejón del Chorro, porque le gusta estar con sus colegas, con los cuales intercambia, aprende y se crea un ambiente muy especial; retomó la pintura de caballete, ahora en formatos más grandes,  y tiene prácticamente concluido un proyecto con la fotógrafa estadounidense Estelle Disch.

 

Estelle la visitó y de inmediato tuvieron empatía, ella es profesora de la Universidad de Massachussets, en Boston, y hace unas fotografías de paisajes que algunas rondan la abstracción.

 

Le envió una caja con sus fotos, sobre las que dibujó y empleó algunas tintas pero con el cuidado de preservar las imágenes; después la escritora Olga Marta Pérez se embulló y está haciendo unos textos para cada imagen y recientemente una artista de Nueva Orleáns que la visitó en su estudio, le pidió integrarse al proceso.

 

Otra de las ideas que tiene es la de las prohibiciones, porque plantea que en casi todas las ciudades existen un montón de ellas, incluso algunas que prohíben que los perros hagan pipi.

 

En fin, que estas iniciativas de la Bienal le han dado nuevo impulso  y en su estudio, junto con el amoroso recuerdo de su amiga de toda una vida, la gran trovadora cubana Sara González, de quien hay huellas por todos los sitios, a Diana, llena de proyectos, el tiempo no le alcanza para hacer todo lo que quiere. 

 

Fuente: AIN