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Leer la imagen: 150 piezas de artistas latinoamericanos
01May
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Leer la imagen: 150 piezas de artistas latinoamericanos

La Habana: El Centro de Arte Contemporáneo “Wifredo Lam” y la Biblioteca “Rubén Martínez Villena”, comparten hasta el 28 de mayo la exposición colectiva Ya sé leer, unas 150 piezas de artistas latinoamericanos que utilizan variados recursos de la escritura.

 

Con curaduría y museografía de Elvia Rosa Castro, Ibis Hernández Abascal, Margarita Sánchez Prieto y Sandra Contreras, la muestra, subtitulada Imagen y texto en el arte latinoamericano, incluye obras de artistas de Argentina, México, Costa Rica, Puerto Rico, Martinica, Colombia, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, y contó con préstamos de colecciones de Casa de las Américas y el Museo Nacional de Bellas Artes.

 

Entre los autores, resaltan los nombres de Luis Camnitzer, León Ferrari, Liliana Porter, Dolores Cáceres, José Bedia, Alfredo Sosabravo, René Francisco Rodríguez, Fayad Jamís, Ernesto Leal, Luis Gómez, Arturo Cuenca, Chago Armada, Sandra Ceballos, Sandra Ramos, Carlos Garaicoa, Umberto Peña, Santiago Rodríguez Olazábal, Lázaro Saavedra, hasta completar un registro de 90.

 

La selección –que abarca desde mediados del siglo pasado hasta la actualidad– admite lecturas disímiles, todas partiendo medularmente de que potencian el quehacer crítico del arte desde los valores intrínsecos de la grafía, el caligrama, la rotundez y los significantes de la palabra escrita.

 

Su autora, Elvia Rosa Castro, ha definido* que las piezas “se alían a la tendencia conceptualista, neo y postconceptualista; otras de vocación neoconcreta; poesía visual, así como aquellas en que el afán antropológico incluyen el registro de ciertos datos. También contiene el documento. Además, expone obras con un dejo bastante decorativo y dulzón, si se quiere, y otras que prescinden del ornamento y del propósito de agradar a primera vista”.

 

Ha explicado que la selección “estuvo regida por la presencia del fundamentalismo textual como rasgo distintivo de las poéticas de cada artista en toda su obra o en algún período importante de sus carreras, y para acotar este hecho y lograr una muestra potable, mensurable y posible debíamos partir de los ‘pioneros’ del conceptualismo latinoamericano, que, por no coincidir con el cubano en el tiempo, nos conminó a realizar un periplo arqueológico-histórico desde los años sesenta en el caso insular, el cual, andando por otras vías discursivas que se avenían más al pop, sí apelaba al texto como aportador de sentido. De ahí la selección de Raúl Martínez con obras de esa década, por ejemplo, o de Alfredo Sosabravo y Fayad Jamís. De igual modo sucedió y sucede con otros países donde los artistas no necesariamente se afiliaban a la vertiente conceptualista en sentido estricto y usaban el texto. Incluso en el propio núcleo del continente, este recurso se ha manifestado de una manera muy singular y contextual. Nada lineal y sí irregular. Éste ha sido uno de los handicaps de la expo si la vemos desde el punto de vista cuantitativo, pues al trazarnos la pauta de la utilización del texto sin discriminar tendencia o discurso se ha convertido en un fenómeno mega y, sin proponérselo, es una cuasi bienal”.

 

En correspondencia con esos criterios, la autora ensaya para la lectura del conjunto de obras visuales “una posible guía derivada del estudio realizado […]: Texto como suplemento verbal, título o registro (Bedia, Carlos Rodríguez Cárdenas, Olazábal); texto como base estructural (Ferrari, Clemente Padín, Tonel, Paz Carvajal). Este punto es el más abundante; texto como aportador de sentido (Camnitzer, Liliana Porter, Carlos Montes de Oca); texto como ready text (la fotografía documental básicamente); texto como no texto (Ernesto Leal, Voluspa Jarpa, Eduardo Ponjuán, Irving Vera)”.

 

* Los fragmentos citados corresponden al texto del catálogo: “Líneas escritas con temor”.