Otras lecturas del DISCURSO DEL MÉTODO

Málaga: Método del discurso: pinturas y esculturas constructivistas desarrolladas con la ayuda de robots desactivadores de explosivos, es la propuesta de Fernando Sánchez Castillo organizada por el Centro de Arte Contemporáneo, hasta el 3 de abril.

Basado en la célebre obra del filósofo francés René Descartes, Discurso del método, Sánchez Castillo altera conscientemente los términos para evidenciar que la verdad absoluta y las certezas no existen, así como la necesidad de poner en duda las versiones oficiales y los axiomas establecidos por el progreso: el arte contemporáneo como herramienta para demostrar que las cosas pueden ser de otra manera, gracias a su libertad de pensamiento y acción, ausentes en otras facetas de nuestras vidas.

A partir de estos axiomas, el artista reflexiona sobre cómo se puede transformar el estatus del poder en el arte, con la intención de modificar los usos sociales y políticos previamente consensuados, dotando a este proceso de una mirada más comprometida sobre acontecimientos históricos y gubernamentales. La reflexión sobre la memoria histórica que siempre subyace en el trabajo de Sánchez Castillo, evoluciona en sus creaciones actuales hacia un ingenio irónico y un humor ácido.

Es la primera vez que los dispositivos de la Guardia Civil se ponen al servicio de la creación artística, con la mediación del equipo y el comisariado del CAC Málaga.

La alteración del uso de las cosas, postulada por Marcel Duchamp, está muy presente en la exposición de Fernando Sánchez Castillo. La pieza central, realizada específicamente para este espacio, invierte la funcionalidad habitual de un robot desactivador de bombas para transformarlo en un instrumento artístico con el que construir una serie de esculturas, pinturas y videoinstalaciones.

De esta forma, arte y política se unen para mostrar al espectador una nueva realidad, la otra cara del poder. Este proyecto site specific es una defensa del diálogo y de la no violencia, los robots como símbolo de la revolución intelectual que devuelvan al arte la capacidad de transformar la sociedad.

Tal y como afirma Fernando Francés, director del CAC Málaga, el estilo atrevido y transgresor de Sánchez Castillo, arriesgado en muchas ocasiones, fomenta en el espectador un ejercicio intelectual que, a través del arte contemporáneo, le hace plantearse cuestiones sobre acontecimientos y temas ya pasados o de plena actualidad en la realidad social de nuestros días. Ello le ha llevado a ser uno de los artistas españoles más valorados internacionalmente y cuya trayectoria profesional ha ascendido de manera más meteórica. Esta exposición aborda el lenguaje internacional del arte como elemento neutralizador e impulsor del cambio, tal y como han defendido otros artistas que en su momento expusieron en el CAC, como Jonathan Meese y su revolución del arte.

La intención de Sánchez Castillo también está presente en el vídeo Pegasus Dance, realizado en colaboración con los agentes antidisturbios de Rótterdam (Holanda), que muestra los camiones que este cuerpo de seguridad utiliza en sus incursiones, no como un instrumento de represión, sino en pro del arte y la cultura a través de una romántica danza performativa. El interés de Fernando Sánchez Castillo (Madrid, 1970) por las esculturas de nuestra iconografía queda representado en “Alimentador de pájaros”, un busto del rey Felipe V que hace las veces de dispensador de comida para las aves, situado en el exterior del edificio. De nuevo vuelve a jugar con la idea de dotarlo de un nuevo uso, más útil que decorativo, que conecta con la idea de cómo el monarca era la figura que suministraba el alimento a sus súbditos.

La última de las piezas de la exposición, “Evento”, es un homenaje a los cambios sociales y las revoluciones urbanas, de ahí que los elementos que la componen estén realizados en bronce, material típico de la estatutaria del poder.

CAC Málaga

C/ Alemania, s/n 29001-Málaga-España

Más información: www.cacmalaga.org