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Merchandising...
05November

Merchandising...

El OJO del CÓNDOR

Todo partió de mi desconocimiento del mundo de la publicidad. Las fotos de esta exposición, ese contraste entre el consumismo y la realidad de quienes no pueden consumir, no llega a Cuba, más allá de los problemas que tengas. Quizá para otros, de afuera, es muy natural, porque desde que nacen están viendo los muñequitos, viendo la publicidad; pero uno no. La primera vez que salí de Cuba, con 30 años, ya era fotógrafo, con miles de ideas, y caí en medio de ese mundo, recibí un impacto muy fuerte, y más cuando te insertas dentro de esa vida, cuando te instalas en ese país, porque yo sigo viviendo en Cuba, pero me paso la mayor parte del tiempo en Argentina. Todas esas cuestiones te van taladrando, y descubres cosas que, quienes viven allí, naturalmente no ven, o que les son cotidianas. Esto es lo que intento mostrar con mis fotos: un contraste con esa publicidad que forma parte del mundo real. Esa publicidad que, mayoritariamente, convoca a quienes no pueden consumir, aunque viven dentro de ella, digamos la clase más explotada, la clase pobre, se enmarca en el contexto de un mundo donde eso resulta natural, pero no puede serlo, y desgraciadamente ese contraste lo es, ese contraste es parte de la vida. Entonces, vemos en las fotos que la gente le pasa por al lado como si nada, pero claro, no porque estén deshumanizados, sino porque forma parte de su vida.

Mi arma para enfrentar esa realidad ha sido la cámara, porque soy fotógrafo y sobre todo fotoperiodista. Es un tema que está casi cerrado, pero al que todavía le faltan algunas ideas, algunos contrastes. Titulé la exposición Merchandising porque es el término publicitario que ellos usan para venderte toda una parafernalia de productos. El contraste se manifiesta, por ejemplo, desde una foto muy dura como puede ser la del hombre buscando en la basura lleno de nailon, sin zapatos, y detrás de él una zapatería, hasta el anuncio publicitario de las tres Miss Universo y debajo tres nenas. Aunque yo no pueda cambiar el mundo, al menos logro que la gente se percate de que ese fenómeno existe; empiezan a ver en una foto fija ese contraste que, continuadamente, no observan.