Por Jaime Masó Torres
En este 2018 todos los que respetan y defienden la música dentro y fuera de Cuba, recordaron a la gran intérprete Rita Montaner, mundialmente conocida como La Única, quizás el más escueto y afinado sobrenombre que conozca el mundo artístico.
La Montaner no llevó el calificativo por el desbordado amor de sus fanáticos, ni por las bondades de la prensa de entonces; fue La Única por el talento que emanaba su recia personalidad, polémica, odiada y querida al mismo tiempo.
Rita nació en la Villa de Guanabacoa, en La Habana de 1900 y a esta ciudad ofreció todo el brillo que merece su cultura. Rita es un orgullo pleno de los habaneros, por ende de todos los cubanos, que se exhibe con lozanía porque ni su manera de cantar, ni su relación con el complicado medio artístico, ni la facilidad para dividirse y hacer todo a la perfección, ha muerto.
Aunque, a decir verdad, todavía muchos se preguntan cómo una mujer poseedora de un carácter complicado, en un entorno dominado por hombres, con tantos éxitos internacionales, todavía no esté inmortalizada en el cine, si lo tiene todo para una trama atractiva.
Se le debe una película a la mujer que actuó en el filme Sucedió en La Habana, en 1938; en María La O, basada en la zarzuela de igual título de Ernesto Lecuona, que se rodó en México en 1947. También trabajó junto al actor azteca Pedro Infante, en el filme Angelitos Negros, en 1948, donde interpretó a la negra Mercé. La mujer que tanto brilló dio a nuestras pantallas.
Para suerte y plenitud de quienes siguen su huella, el investigador bayamés Ramón Fajardo permanece tras las pistas menos conocidas de la intérprete de El manisero y Mejor que me calle. El autor de Rita Montaner: testimonio de una época nos devuelve otra versión del libro, pero esta vez con datos más actualizados.
“El libro que inicialmente estuvo en las ediciones de Casa de las Américas, años 1997-98, solamente tenía cerca de 500 páginas y en esta nueva edición son casi 800 páginas de texto y de 80 fotos llegamos a 250”, nos dice Fajardo Estrada.
“El aumento es bastante considerable, tanto es así que por cuestiones de impresión se tuvo que realizar en dos tomos. Creo que el libro ha ganado más agilidad en su lectura, se ha enriquecido con nuevos textos, otros materiales que hemos encontrado a lo largo de estos casi 20 años, he retocado muchos párrafos y creo sinceramente que está hermoso desde todos los puntos de vista.
“Rita Montaner es una figura paradigmática porque fue fundadora de muchas cosas. En el cine sonoro cubano, en la radio, en los distintos medios artísticos. Una figura emblemática en el arte lírico cubano. Le tocó trabajar con los grandes compositores como Ernesto Lecuona, Gonzalo Roig, Rodrigo Prats…, y todos ellos coincidieron en calificarla como una artista superlativa en la historia de la música cubana.
“Sin ella no se puede escribir la historia de nuestro arte, sobre todo esas décadas del siglo XX que a ella les tocó vivir, esos 30 años que ella hizo aportes sustanciales a la cultura cubana, aportes bien grandes”, concluye así el conocido y premiado periodista e investigador.
Homenaje a una habanera imprescindible que con su música, también alegra las celebraciones por los 500 años de la ciudad que hace 118 años la vio nacer.