Obras de Alexander Calder en la Neue Nationalgalerie
Cuando la Neue Nationalgalerie abrió sus puertas en Berlín, a finales de los sesenta, la escultura Têtes et Queue, de Alexander Calder, ya estaba allí… y ahora que la pinacoteca, completamente renovada, recupera el brillo de aquellos años, Calder vuelve a acompañar al icono de Ludwig Mies van der Rohe.
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Y no solo con esta magnífica obra instalada nuevamente en la terraza, sino también con una cuidada selección de piezas que llenan el Glass Hall (sala de cristal) del museo, desde pequeñas figuras que caben en una caja de puros hasta moles metálicas que juegan con la arquitectura del lugar.
Otras, suspendidas en las vigas del techo, interactúan con los visitantes y se activan varias veces al día, dando un enfoque abierto y experimental a la muestra, diseñada especialmente para este espacio –que pudo haber estado en Santiago de Cuba (Oficinas Bacardi), pero que la geopolítica quiso que se construyera en aquella ciudad dividida donde se jugaron, luego, todas las cartas de la Guerra Fría…
Alexander Calder. Minimal/Maximal traza la relación especial entre tamaño, escala y espacio y, al confrontar las formas orgánicas del arte de Calder, se abre un diálogo especial con la estricta geometría de uno de los edificios más importantes del último director de la mítica Bauhaus y el único que pudo completar en su ciudad natal.
El representante estadounidense del arte cinético y el pionero de la arquitectura moderna fueron contemporáneos, lo seguirán siendo en esta exposición que se puede disfrutar hasta el 13 de febrero de 2022, y también más allá en el tiempo, porque Têtes et Queue seguirá recibiendo a los visitantes de la Neue Nationalgalerie, ya sea en un día de lluvia otoñal como este o en las hermosas y largas tardes del verano berlinés.
Fotos: @yricardo