Por: Marleidy Muñoz
Festival «La escritura de la/s diferencia/s»
Bien sabe Alina Narciso cómo lidiar con creadoras. Las defiende y estimula, y eso la convierte en una aliada. Conoce todo el abecé del teatro, y comparte sus saberes. Cuando llegó a Cuba, la enamoraron el paisaje de la Sierra, el son de Santiago, su calor, la luz de la Virgen del Cobre, y las tantas mujeres que alzan sus voces —en letras, cantos, colores— para expresarse. Supo que era aquí, en esta isla, donde el Festival «La escritura de la/s diferencia/s» alcanzaría un abrazo infinito.
La actriz y directora italiana está en Cuba preparando otra edición de la bienal internacional de dramaturgia que lleva sobre sus hombros desde hace varios años. Auspiciada en la Isla por el Consejo Nacional de Artes Escénicas, la cita convoca sobre todo a mujeres artífices del teatro, pero también de la literatura y las artes visuales, entre otros ámbitos.
La también directora de la compañía Metec Alegre cree que en los grandes circuitos del mundo no se ha reconocido lo suficiente el trabajo de las mujeres del teatro. Desde 1999 intenta revertir esta situación, convocando a creadoras para visibilizarlas y estimular lo valioso de su trabajo.
El recuento es el de una fiesta teatral nómada: primero se celebró en Barcelona, con la colaboración de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE); luego, entre 2000 y 2008, hubo cuatro ediciones en Nápoles, Italia; y después vino al Caribe. El quinto encuentro fue en Santiago de Cuba en el 2011, y el Consejo Nacional de Artes Escénicas decidió trasladar a La Habana la siguiente edición de la bienal.
A lo largo de casi veinte años el concurso ha crecido, sumado autoras, directoras, mujeres que, como la italiana Alina Narciso —directora artística y general del certamen— prefieren traducir el tiempo que les ha tocado vivir a través del arte.
«La Bienal se ha convertido en un evento no solo de dramaturgia, sino de dirección femenina. Obras de jóvenes y consagradas directoras llenan las carteleras oficiales durante los días del festival».
Este año la cita se celebrará en La Habana durante el mes de junio. A la VIII edición, «además de la presencia habitual de los países organizadores, Cuba e Italia, llegarán participantes de Argentina, España, Ecuador. Habrá una fuerte presencia del área del Caribe con teatristas de El Salvador y Guatemala. También asistirán invitadas de Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Chile y Venezuela».
Entre las participantes cubanas estarán Antonia Fernández, actriz, directora y pedagoga, quien fundara el Estudio Teatral Vivarta, e Irene Borges, directora de Estudio Teatral Aldaba. El programa del evento incluirá sesiones teóricas a cargo de la escenógrafa y diseñadora de vestuario Nieves Laferté; de Raquel Carrió, profesora de dramaturgia y asesora de Teatro Buendía; de la crítica e investigadora teatral Vivian Martínez Tabares; y de Fátima Patterson, actriz y dramaturga santiaguera que mereciera el Premio Nacional de Teatro 2017. Norma Vasallo, jefa de la Cátedra de Estudios sobre la Mujer de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, será una de las organizadoras de los encuentros teóricos.
Como en cada bienal, se realiza el desmontaje de las obras en concurso y la apertura de una exposición de artes visuales. La artista invitada es Liudmila López Domínguez, quien organizó una muestra en el Pabellón Cuba, «una de las subsedes principales del evento en esta edición, además del Centro Cultural Bertolt Brecht, la sala Adolfo Llauradó, la sala Tito Junco, y la sala teatro de la plaza de 31 y 2».
La destacada activista de la escritura dramática hecha por mujeres encontró en Cuba la plaza ideal para crear puentes, generar debates entre creadoras de todo el continente y apostar por el arte contemporáneo.
«Escribir diferente es más que ir contra corriente. Es tener preocupaciones por compartir, observar la sociedad con mirada crítica, encontrar pretextos para defender la equidad, alzar la voz, en un mundo en el que por siglos las mujeres estuvieron sometidas y minimizadas».
Una vez más el arte sirve para desamarrar ataduras, para ofrecer alas. Según Alina Narciso, en la historia del teatro se les deben páginas a las mujeres. Cuba es el sitio que ella ha escogido para seguir defendiendo La escritura de la/s diferencia/s.
Alina Narciso. Dramaturga, directora y organizadora, debuta en 1990 con la puesta L’uomo rubato (El hombre robado), montaje basado en una novela de su autoría. En 1996 crea el grupo teatral independiente C.A.M. dello spettacolo, desarrollando el rol de directora artística, y estrena la obra Venacava en el Festival de Babilonia-Bagdad (Iraq). En el 2004 crea y dirige la sala teatral Atelier di teatro Métec Alegre. En el 2008, con el proyecto de montaje Cuento de aguas, empieza a trabajar en Santiago de Cuba. Actualmente su trabajo se desarrolla entre Italia y Cuba, país con el cual ha creado una relación muy especial y donde, a partir del 2011, se ha radicado La escritura de la/s diferencia/s. A lo largo de su trayectoria ha estrenado alrededor de treinta puestas en escena de teatro, alcanzando importantes premios y reconocimientos, y ha organizado numerosos eventos, la mayoría de carácter internacional, además de tener numerosas publicaciones.
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