Por Yunier Riquenes
El teatro permite asegurar nuestras comunidades, transformar y mantener lo nuestro, expresó emocionado Rafael Murillo Selva, quien acaba de recibir este martes el Premio Internacional Casa del Caribe, por su destacada incidencia en comunidades de Colombia y Honduras, avalada por más de 50 años defendiendo las raíces indígenas.
Abogado en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Colombia, Murillo confía totalmente en el poder el teatro comunitario, que mermite que el ser humano pueda desanalfabetizarse y no estar a merced de los códigos hegemónicos.
La cultura es una fuerte herramienta, el camino hacia la libertdad, enfatizó Murillo Selva después de haber sido distinguido durante la gala inaugural de la XXXVIII Fiesta del Fuego, que se celebra en Santiago de Cuba hasta el venidero 9 de julio.
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«Es esencial generar nuevas formas de resistencia, nuestras propias poéticas, apartir de la identidad de nuestros pueblos. Por eso es que resultan tan significativos eventos como la Fiesta del Caribe, en Cuba, como los carnavales, que constituyen las fiestas de los pueblos», dice este destacado creador, quien está convencido de que se debe estar allí donde se es útil.
Ello explica que por años Rafael Murillo Selva viva, duerma y coma en las comunidades. Es de esa convivencia, de esas experiencias, que extrae el argumento para sus obras.
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