Por Jorge Fernández Era
En un siglo xxi en que lo comercial prima sobre lo cultural, pocos dieron crédito al surgimiento hace quince años de una casa discográfica cubana que no apostaba precisamente por sumarse al facilismo de grabar aquello que fuera rentable o que conllevara al aplauso fácil de los oyentes. Producciones Colibrí nació de la necesidad de potenciar aquellas manifestaciones de la música que no gozaban del favor de las principales disqueras internacionales. Fue así que la música campesina, el jazz latino, el danzón, la trova, la rumba, la música sinfónica, la rumba y los cantos rituales encontraron el espacio de promoción que les brindó esta iniciativa del Instituto Cubano de la Música.
Festivales como Cubadisco ―que en aquellos años se consolidaba como el más importante encuentro musical de la nación― muy pronto dieron fe de la calidad del trabajo de un equipo pequeño pero muy eficiente de directivos y productores, y los CD, DVD y audiovisuales de Colibrí comenzaron a ganar ―con el tiempo pudo decirse arrasar― premios en la principal confrontación del disco cubano con sus colecciones In Situ (música tradicional), Cinquillo (canción, música bailable, jazz, coros, instrumentales…) y Roldán (música de concierto).
Hoy, que Producciones Colibrí ―con sede en 5ta. Avenida no. 1206, entre 12 y 14, Miramar, La Habana― cumple sus primeros quince años, su actual dirección, encabezada por Carole Fernández, ha estimado imprescindible resaltar la labor un tanto silenciosa de todos los diseñadores y realizadores que han contribuido a poner en alto el catálogo de la disquera, que ya cuenta hoy con seiscientas cuarenta producciones. Para ello organizaron la exposición De todos los colores, que hasta el 10 de septiembre estará abierta en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, en San Ignacio esquina a Teniente Rey, en la Plaza Vieja del Centro Histórico de la capital cubana.
«A propósito de la celebración ―se lee en la presentación gráfica de la muestra― hemos organizado un grupo de actividades para dar a conocer nuestra trayectoria y los diferentes procesos por los que se transita en una producción fonográfica y audiovisual de nuestra Casa».
La curaduría ―a cargo de la especialista Massiel Reyna― recoge una selección de proyectos gráficos y fotografías de los archivos de producción de Colibrí. Con ella colaboraron Elisa González (asistencia técnica), Saulo Ruso (diseño), Octavio Crespo Tavito (edición audiovisual), José Torres y Alexis Jacas, Estudio La Nave (montaje), Roberto Núñez (museología) y el resto del equipo del equipo de Producciones Colibrí, en el que se debe mencionar a Martica Rodríguez en la producción gráfica y Grettel de Varona en la comunicación.
En De todos los colores está presente la obra de los artistas del diseño, de la gráfica y del audiovisual Ángel Alderete ―quien recientemente estrenó junto a Producciones Colibrí el documental Chucho Valdés… el niño que lleva dentro ―, Alejandro Ascuy, Danay Nápoles, Damién Barroso, Olivia Prendes, Julián Betancourt, Erick Coll y Enrique Smith, entre otros.
Carole Fernández destacó en sus palabras inaugurales la necesidad de una muestra como esta: «Para nosotros es un orgullo tremendo estar inaugurando esta exposición por los quince años de nuestra casa discográfica. A ella estábamos obligados, pues en la labor de una discográfica casi siempre lo que resalta es su obra musical, y sin embargo es más que eso: también están presentes el diseño, la fotografía, los audiovisuales que realizamos. Y esto último es lo que refleja esta exposición: el trabajo de arte final de nuestras producciones. Queremos que De todos los colores sea un homenaje a la obra de los diseñadores que han cooperado y siguen cooperando con Producciones Colibrí, a pesar de que su labor no siempre es justamente valorada».
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