Rosa Permanyer. Paisajes intimistas

“Cuando el agua baja hacia las regiones inferiores forma corrientes que llenan los lechos de los ríos. Después, cuando abandonan estos lugares y se dirigen hacia los nuestros, se esparcen por toda la Tierra hasta formar los mares, los ríos, los lagos y las fuentes”

                                            Platón. Diálogos

En el Auditorio Municipal de Montcada i Reixac, localidad cercana a Barcelona, se ha celebrado recientemente la exposición Paisajes interiores, un conjunto de acuarelas y libros de la artista catalana Rosa Permanyer. No es la primera vez que la artista muestra su obra en dicho espacio, ya que en el 2006 realizó una muestra individual en la que se exhibían monotipias y fotograbados sobre tela, además de que también participó años más tarde en una colectiva con el grupo Empremtes de Dones, formado por ella, la argentina Alicia Gallego y las catalanas Pilar Masip y Neus Colet, a las que les une su interés por el grabado desde diferentes técnicas y estilos. Han expuesto en diversas ciudades de Catalunya, Ibiza, así como en Francia, Bélgica, Canadá y Argentina en dos ocasiones. En total han efectuado cerca de una treintena de exposiciones.

Rosa Permanyer (Sant Feliu de Codines. Barcelona, 1955) se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona donde se graduó en Interiorismo. Ha realizado cursos y talleres de grabado en diferentes ciudades, entre ellas Holguín (Cuba). Ha ejercido la docencia como profesora de pintura y grabado en la Escuela Taller de Arte Manolo Hugué -que fue un reconocido escultor novecentista, gran amigo de Picasso- en Caldes de Montbui, población donde reside. A lo largo de su carrera ha obtenido varios premios y distinciones nacionales e internacionales de acuarela y grabado. Su primera exposición individual tuvo lugar en 1987, concretamente en la sala de exposiciones Caixa de Barcelona de Caldes de Montbui.

La primera vez que presencié una exposición suya fue en 1988, en la desaparecida galería B/M de Granollers (Barcelona) donde presentaba Somnis (Sueños), un conjunto de grabados y pinturas de los que la artista señalaba que son “figuras estáticas delante del tiempo, elementos retenidos en este instante que vivimos, pero que ya ha dejado de existir (…). El trayecto sin paradas de nuestra vida en el tiempo”. En 1997 tuve la ocasión de presentar una exposición suya en el Museo de la Marina de Vilassar de Mar, inspirada en el Mediterráneo y el Atlántico, en la que se pudieron contemplar algunas obras que hacían referencia a su estancia en Cuba. La obra que mostró estaba dedicada plenamente al grabado, donde se apreciaba la luz y el color que ambos mares desprendían y que la artista supo trasladar al papel.

Para Permanyer la acuarela es una forma de expresión que le permite investigar y experimentar, aplicando nuevos procedimientos técnicos a nivel cromático y textural que demuestran que posee un gran dominio de esta técnica. Aunque en la exposición de Montcada los temas que aparecían eran paisajes marinos y rurales, también ha cultivado los bodegones, la arquitectura urbana y la naturaleza en su conjunto que son otras temáticas que le despiertan un gran interés. Todo ello es fruto de sus viajes ya que siempre está observando todo lo que acontece a su alrededor: “si voy caminando, siempre estoy mirando al suelo o si viajo tomo imágenes nuevas. Me hubiera gustado hacer fotografía, pero como no puedo llegar a todo decidí hacer fotograbado”.

Para ella la acuarela “es muy mental y precisa mucha energía”, y en cambio el grabado es “muy laborioso, es una técnica muy artesanal que se ha de hacer con mucha perfección”. Es cierto, ya que la acuarela es una de las técnicas más delicadas de trabajar porque no admite errores y es muy compleja de manipular. Ahora bien, si se utiliza adecuadamente produce una gran satisfacción al artista, sobre todo por el hecho del dinamismo implícito que proporciona la solución acuosa transparente que agua el papel.

La mayoría de las piezas que se exhiben son recientes, creadas en estos dos últimos años en los que los efectos de la pandemia del covid19 han obligado a los artistas a recluirse en su estudio, casi sin tener contacto con el exterior y desarrollando diferentes propuestas creativas que, en el caso de Rosa Permanyer, le han servido para centrarse de nuevo en la acuarela. De hecho, es como un regreso a sus orígenes, evocando experiencias y momentos vividos.

En cada una de las obras se aprecia nítidamente que la línea del horizonte representa el punto de fuga de la composición, que es donde el espectador dirige su mirada. La línea separa el cielo y la tierra o el mar, como es el caso de Horizontes azules en la que el color azul es el máximo protagonista. Se trata de una obra en la que es difícil discernir lo que observamos, ya que podríamos considerarla como abstracta debido a los elementos que aparecen, que pueden ser el cielo, el mar, la montaña, las nubes, la niebla… Es como si la artista quisiera que el espectador dejara volar su imaginación.

En Finlandia, representa un puerto en el que se ven en primer plano diversas embarcaciones de vela y al fondo la ciudad. El mar y el cielo parece que se fusionen cromáticamente. Otra pieza en la que la presencia del azul destaca es Mar azul dorado, aunque en esta ocasión el amarillo también ocupa un lugar preferente, intercalándolo con el azul, logrando que aparezca la idea de movimiento.

Pero también surgen otros colores en sus acuarelas, como es el caso del rojo que, desde hace tiempo, principalmente en los grabados, goza de un gran protagonismo, tal como vemos en Mar en oro y rojo, donde aparecen unos veleros atracados en el puerto a punto de iniciar su travesía.  

Respecto a los libros de artista que están trabajados e ideados como obra original, la temática es la misma, con la salvedad que al desplegarlos se produce una concatenación de imágenes, todas ellas con un mismo origen, o sea un paisaje determinado. Es como si se tratará de un políptico que, en lugar de estar colgado en una pared, se lleva encima. El libro puede ser una obra única o de una edición muy limitada y numerada, como por ejemplo ocurre con la obra gráfica. Todos los libros que se exponen son de una gran belleza plástica.

Para la artista la acuarela le transmite un estado de ánimo y emoción al pintarla, por ello “en algunas quiero captar la comunicación de belleza y poesía que me ofrece el mar. En otras queda patente la inquietud que me lleva a investigar e ir más allá de lo que la naturaleza me ofrece”. Este comentario lo realizó con motivo de una exposición que hizo en Port de la Selva (Girona) en 1992. Han transcurrido tres décadas y sigue pensando lo mismo, lo que significa que su amor por la acuarela no ha decaído, más bien es todo lo contrario, ya que nunca ha dejado de usarla en sus creaciones y ha sabido combinarla con perfecta armonía con el grabado.

En portada: Libro Mesa de trabajo