Se acercan las festividades por Halloween y muchos preparan disfraces o seleccionan películas y series de terror para la ocasión. Las decoraciones terroríficas y la confección de dulces ocupan a muchos en tiempos en los que no hay límites para la imaginación.
Y si de imaginación y buen hacer se trata, nadie mejor que el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez para convertir nuestra celebración en una fiesta inolvidable. Muchos de sus textos, desbordantes de fantasía, pueden ser aliados especiales para compartir entre familiares y amigos.
Las sugerencias llegan desde la Fundación Gabo:
“Gabo incluyó al demonio bíblico en varios de sus libros para alimentar el ámbito supersticioso y legendario de relatos como Cien años de soledad, donde el diablo es mencionado dentro de la historia de Francisco el Hombre (el juglar de música vallenata que lo derrotó en un duelo de improvisación de cantos), o en Del amor y otros demonios, cuya trama gira en torno a la posesión diabólica de Sierva María de Todos los Ángeles.”
A su vez, textos como “Espantos de agosto”, incluido dentro de los Doce cuentos peregrinos, relata la historia de una familia que pasa la noche en un castillo embrujado en la campiña toscana; y “La Marquesita de la Sierpe”, es un texto repleto de brujería, pactos con el diablo, oraciones sobrenaturales y maleficios demoníacos.
También recomiendan “El último viaje del buque fantasma” que cuenta la historia de una persona que cada año, durante una madrugada de marzo, ve pasar por la bahía un trasatlántico fantasmal. En “Sólo vine a hablar por teléfono” reina la ansiedad y la desesperación en un relato en el que la locura triunfa absurdamente sobre la cordura; mientras que “El verano feliz de la señora Forbes” narra la tensión entre dos hermanos y una depresiva y estricta institutriz y cómo ambos planean a sangre fría su muerte.
Los expertos en su obra aseguran que la infancia del genio literario colombiano estuvo poblada de fantasmas y que su abuela materna alimentaba con sus supersticiones los miedos entre los más pequeños de la casa; de ahí que los espíritus se paseen como personajes cotidianos del diario vivir en sus obras.
De ahí que para explorar su universo paranormal puede ser válidos los textos “El congreso de los fantasmas”, “Fantasma diagnosticado”, “Los fantasmas andan en bicicleta”, “Hay que cuidar a los fantasmas” y “La fotogenia del fantasma”.
La invitación es a internarte en el universo de los encantamientos, pesadillas, thrillers psicológicos, posesiones y almas en pena desde la pluma de uno de los más grandes escritores de la literatura hispanoamericana.
Con información e imagen del Centro Gabo