Inaugurada la nueva exposición de Nina Beier y Simon Dybbroe Møller en la Fundación Ses Dotze Naus

El pasado 21 de julio se inauguró Protein, la nueva exposición de los artistas Nina Beier y Simon Dybbroe Møller en la Fundación Ses Dotze Naus. La muestra reflexiona sobre la relación entre los humanos, los animales, las mercancías y el poder de la imagen. Protein, que se podrá visitar hasta el 21 de octubre en La Carpintería, es fruto de la residencia artística que han realizado estos artistas daneses entre abril y mayo en Ibiza.

En esta exposición, que reflexiona sobre la relación entre lo natural y lo artificial, la figura de los insectos es central, por cuanto estos encarnan de forma contradictoria tanto la posibilidad de un futuro sostenible como la amenaza de la extinción humana, según han asegurado fuentes de la exposición.

Así, la muestra consta de quinientos insectos-máquina alimentados por energía solar a través de unas diminutas placas instaladas a sus espaldas. De este modo, la colonia de insectos pulula por el espacio a merced de la luz solar, invitando al visitante a figurarse un escenario postapocalíptico. A esta instalación se suman una serie de retratos fotográficos que cuelgan de las paredes, además de dos pedestales de baja altura con unos pósteres de tamaño A1.

La iniciativa Ses Dotze Naus nació en el año 2016 como un programa bienal de residencias artísticas llamado a estimular la escena cultural de la zona y, finalmente, en 2021 se constituyó en fundación. Las exposiciones tienen lugar en La Carpintería, una antigua ebanistería transformada en espacio cultural en el que se celebran todo tipo de actividades impulsadas por la Fundación.Emplazada en Can Bufí, un área industrial de las afueras de la ciudad de Ibiza, La Carpintería está abierta a propuestas relacionadas con la cultura contemporánea.

Según la comisaria Elise Lammer, la obra de Nina Beier (Aarhus, Dinamarca, 1975) “se interesa por los objetos portadores de narrativas sobre las estructuras de poder fundamentales sobre las que se asienta nuestra sociedad, indaga en códigos culturales especialmente estratificados y contradictorios. Sus esculturas desentrañan el espacio entre la intención, la producción, la distribución, el comercio y el uso del material seleccionado, y exploran cómo han cambiado estos factores con el paso del tiempo”.

Por su parte, Simon Dybbroe Møller – nacido en 1976 en la misma cuidad danesa, y actualmente afincado en Berlín –, centra su interés en los objetos y las imágenes, que, según el propio artista, actúan como “articulaciones no verbales de nuestro subconsciente colectivo”. En su obra fotográfica, además, explora la relación entre las experiencias sensoriales más fundamentales y el creciente alejamiento y autonomía de los medios de representación. Estos dos artistas codirigen el espacio expositivo AYE-AYE en Copenhague.

En portada: Vista de la instalación de Protein. Foto Mashakart