Baracoa constituye el asentamiento urbano más antiguo de la Mayor de las Antillas, después de la llegada de los españoles, por lo que es conocida como la “Ciudad Primada de Cuba”.
Vea además: Cuba y sus Monumentos Nacionales
La Villa fue fundada el 15 de agosto de 1511, por el Adelantado Diego Velázquez y bautizada con el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa. En 1518 recibió el nombramiento de ciudad, fue la primera capital y en ella estuvo el primer obispado de la Isla. En su parroquia se conserva La Santa Cruz de Parra (Bien Mueble, declarado Monumento Nacional en 2011), que fue colocada en la Bahía de Porto Santo, el 1 de diciembre de 1492, por el Gran Almirante de América Cristóbal Colon.
Es una ciudad y un municipio perteneciente a la provincia de Guantánamo, ubicada casi al extremo más oriental de Cuba, muy alejada de otras ciudades, bordeada por altos macizos montañosos, abrazada por caudalosos ríos y bañada por el Mar Caribe. Para acceder a ella desde el municipio cabecera, se realiza a través del Viaducto La Farola, vía muy peculiar construida en los años 60 del pasado siglo, que serpentea entre las laderas de las montañas y es considerada una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana.
Quizás por su ubicación geográfica, su altitud y su lluvioso clima, Baracoa, cuenta con lugares que cautivan por su belleza natural que se han convertido en parte imprescindible de su paisaje y son sitios importantes que la distinguen del resto del país y la identifican en cualquier parte del Mundo, como: el Yunque (Monumento Natural 1979), el Parque Nacional Alejandro de Humboldt (Patrimonio de la Humanidad 2001), los ríos Toa (el más caudaloso de Cuba), el Duaba ( por su playa desembarcaron los Mayores Generales de la guerra de 1895) y el Miel (por las leyendas que lo rodean), entre otros.
Sus bosques están llenos de una flora y fauna diversas, muchas endémicas, entre las que sobresalen por su exclusividad las amenazadas Polimitas (Polymita picta), únicas en el mundo por su hermoso colorido. Sus playas están rodeadas de uvas caletas, almendros y cocoteros. Es el territorio de mayor productor de cacao y coco del país, con este último, fabrican el famoso Cucurucho, dulce de la repostería tradicional baracoense, confeccionado a partir de coco, frutas y miel de abejas, envuelto en un cono de yaguas.
Sus hombres de campo mantienen y defienden sus costumbres culinarias y sus tradiciones culturales, su música, sus cantos, sus bailes autóctonos, que han sido transmitidos de generación a generación y llegan a nosotros de la forma más pura y autóctona, como el Nengón y el Kiriba, considerados antecedentes del Son cubano.
El Centro Histórico de la Ciudad de Baracoa, fue declarado Monumento Nacional, desde el 10 de octubre de 1978 y aunque la mayoría de su arquitectura es del siglo XX conserva su trazado urbano original, particular por su adaptación a la topografía y por siempre mantener el contraste entre el mar y la montaña. De la época colonial se conservan algunas construcciones del siglo XVIII, viviendas, su Plaza Central, su Iglesia, su sistema de fortificaciones compuesto por el Fuerte de Matachín, hoy Museo Municipal, La Punta, hoy un Restaurante y el Castillo de Seboruco, construido en la parte más alta de la ciudad, en 1742 y convertido en Hotel en 1979.
Visitar Baracoa, resulta de un atractivo singular tanto para turistas nacionales como extranjeros, por el encanto de sus calles estrechas donde existe la cultura tradicional entregada por sus hospitalarios pobladores, orgullosos defensores de sus costumbres primitivas, de su patrimonio histórico y de los paisajes que los rodean, seguros de que en Cuba los visitantes no se encontraran con otra Villa que tenga su encanto.
Le puede interesar:
Camagüey en su 507 aniversario
Teatro La Caridad: Un sueño convertido en realidad