Por Taissé Del Valle Valdés / Fotos Adolfo Izquierdo
Aún no ha llegado el mes de agosto, el más caluroso del año; pero el calor en La Habana se torna abismal. Agita y cansa. Es como para no salir de casa. Y aún así, dramaturgas y actrices provenientes de 14 países se reunieron para celebrar la Octava Bienal Internacional de Teatro Femenino.
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El proyecto nació en Barcelona, España, en 1999, para incentivar la dramaturgia femenina y crear una red internacional de dramaturgas que facilitara la circulación, el conocimiento de los textos y el intercambio profesional. Además, otorga el Premio “La escritura de la diferencia”, dirigido exclusivamente a obras teatrales originales de mujeres profesionalmente presentes en el mundo teatral. Una de las características distintivas de la Bienal han sido las puestas en escena de los tres textos ganadores.
A partir de la segunda edición, desarrollada en 2001, el evento se trasladó a Nápoles, Italia, donde se han desarrollado todas las ediciones anteriores, con Cuba y Argentina como países invitados. En ocasión del décimo aniversario del nacimiento del proyecto, “La escritura de la diferencia” se convirtió en un festival itinerante. Ya la V Edición, en 2011, tuvo lugar en Santiago de Cuba con la Jornada Internacional de la Dramaturgia Femenina. A partir del 2013, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas decidió que el evento se trasladara definitivamente a La Habana, desarrollándose la VI y VII edición en la capital cubana.
Este no es solo un festival sino que también es un Concurso Internacional de Dramaturgia Femenina. Como concurso se articula en varias fases: creación y oficialización del jurado, promoción y divulgación de la convocatoria, selección de las obras ganadoras (una por cada país participante), traducción y publicación de las obras ganadoras. Después de estas fases que se realizan durante poco más de un año, se llega al festival con las puestas en escena a cargo de compañías teatrales profesionales.
La dramaturga italiana Alina Narciso y directora de la compañía Métec Alegre es la principal promotora de este evento, quien tiene a su cargo la dirección artística y general. Como coordinadora nacional se encuentra la reconocida actriz cubana Daisy Sánchez. El encuentro se ha extendido en otras ocasiones al Festival del Caribe, el Festival Mayo de las Letras en Tucumán, Argentina, y en tres ediciones del evento italiano de La scrittura de lla differenza en Nápoles.
Alina Narciso es de esas mujeres que sueñan y crean. A quien el angustiante calor de una tarde de junio no la desmorona. Con ella, conversamos en exclusiva para el Periódico Cubarte.
¿Por qué afrontar el reto de preparar un festival en Cuba?
En principio no fue un reto, fue amor por Cuba. Presenté un proyecto de montaje sobre sincretismo sobre la cultura del realismo mágico cubano y la cultura del realismo mágico de Nápoles, mi tierra, que son muy parecidas. Entonces todo empezó con este proyecto. Yo vine para Santiago a montar ese espectáculo y eso era como un proyecto de dos, tres meses, no más y debía volver a Italia. Por otro lado, “La escritura de las diferencias” en aquella época se hacía en Italia y siempre participa Cuba, pero como país invitado. Luego las cosas cambiaron, y no sé cómo pasó que llevo diez años trabajando en Cuba. A veces por la mañana me levanto y me pregunto: pero, ¿cómo pasó esto?
¿Estás satisfecha con la realización de este octavo festival?
Este es el festival más grande que hemos realizado. Poco a poco ha ido creciendo. Son 14 los países participantes. El objetivo de la Bienal es encontrar un lugar donde puedan hablar mujeres de diferentes países a partir de las diferencias culturales y de géneros. Es muy interesante el debate. Algo en lo que tenemos que pensar es en la promoción del festival, porque pasa algo muy raro, y es que en el resto del mundo este festival se conoce y en Cuba no ocurre así.
¿Cuáles características podrían hacer que una mujer escriba “diferente”?
La mujer no tiene una diferencia definida en su escritura con respecto al hombre. Ellas hacen su arte desde todas las maneras de su sentir. Ahora bien, el hecho de ser mujer ofrece un diferente punto de vista en la escritura. Es un raro juego de palabras.
Obras ganadoras de las pasadas ediciones:
2000/2001
- Tre storie d’amore - Marina Confalone (Italia)
- Volver - Alina Narciso (Italia)
- Padre Nuestro que estás en los cielos – Merítxell Cucurella Jórba (España)
- Forat, 19 s.r.l. - Gemma Rodriguez Villanueva (España)
2002/2003
- Edgardo pratica, Cosima hace magía – Patricia Suárez (Argentina)
- De hortensias y de violetas – Esther Suárez Durán (Cuba)
- El vuelo del Quijote – Raquel Carrió (premio a la carrera – Cuba)
- Rosso fisso – Federica Festa (Italia)
2005/2006
- El tripalio - Sara Rosenberg (Argentina/España),
- Io no soy Charlot – Lilliam Ojeda Hernández (Cuba),
- Frontera - Gabriella De Fina (Italia)
- Federi’ – Patrizia Rinaldi (segnalazione – Italia)
- Otra tempestad – Flora Lauten (Cultura Afrocubana) – fuera de concurso
2007/2008
- Tango - Patricia Zangaro (Argentina)
- Teresa, Muerte Sublime - Ana Maria De Agüero Prieto (Cuba)
- Racconto del mulino - Bruna Braidotti (Italia)
- Allegra, ma non troppo - Laura De Marchi (Italia) –
2010/2011
- Strip Tease - Agnieska Hernández Díaz (Cuba)
- Las flores Contadas – Sandra Franzen (Argntina)
- La pierna de Sarah Bernhardt – Soledad Agresti (Italia)
Aunque la Bienal de Teatro Femenino no es una plataforma para analizar temáticas de género, es casi inevitable que te encuentres con profesionales feministas, que escriben sus textos sin ataduras a postulados patriarcales de la sociedad. Es un festival para reconocer a las mujeres que escriben y hacen el teatro; y para que ellas se reconozcan.
Fuente: Periódico Cubarte
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