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Adiós a Viglietti
31October

Adiós a Viglietti

Texto e imagen: Kaloain Santos Cabrera

El inmenso y gigante trovador Daniel Viglietti acaba de morir. Sus canciones estuvieron siempre cerca. Daniel, desalambrando, siempre en la trinchera con su guitarra y su canto de lado de los desposeídos. Personalmente es parte de la banda sonora de mi infancia, cuando mi viejo lo ponía en su tocadisco. Muchos años después lo vi en vivo en Casa de Las Américas, en La Habana. Entonces lo abracé y se me pusieron los pelos de punta ante tanta humildad y grandeza.

La última vez que lo vi fue en abril de este año, en Buenos Aires, cuando apareció en la Escuela Itinerante que los docentes argentinos levantaron frente al Congreso para defender sus derechos. Daniel, a guitarra limpia, como hace 20 años atrás cuando también cantó en una carpa similar, se subió en un improvisado escenario para cantar. Hasta la victoria SIEMPRE, maestro:

A desalambrar

(Daniel Viglietti)

Yo pregunto a los presentes

si no se han puesto a pensar

que esta tierra es de nosotros

y no del que tenga más.

Yo pregunto si en la tierra

nunca habrá pensado usted

que si las manos son nuestras

es nuestro lo que nos den.

¡A desalambrar, a desalambrar!

que la tierra es nuestra,

tuya y de aquel,

de Pedro, María, de Juan y José.

Si molesto con mi canto

a alguien que ande por ahí

le aseguro que es un gringo

o un dueño del Uruguay.

[Si molesto con mi canto

a alguien que no quiera oír

le aseguro que es un gringo

o un dueño de este país.]