Inmóvil en la luz, pero danzante,
tu movimiento a la quietud que cría
en la cima del vértigo se alía
deteniendo, no al vuelo, sí al instante.
OCTAVIO PAZ
No resulta sorprendente que un artista de nivel se insinúe en el espíritu de sus obras y reinvente su historia. Cuando un creador como Mariano Cobo, curtido entre bronces y madera, buriles y grabados, que visita con frecuencia el óleo, decide inmiscuirse en territorios abstractos y en términos de delicadas acuarelas, los lugares físicos son una reflexión enriquecida con el tiempo, explorada hasta comulgar con los paisajes. Como si tras la ardua tarea de ejemplarizar sobre personas y objetos, naciera la necesidad de una vuelta al arte en su estado más puro, a una búsqueda del color por el color. Y es a propósito de esta coherente pasión cuando realiza una serie de imágenes superbas, de paisajes y de actos, motivados por la filosofía cobiana.
De esta serie de acuarelas se extrae entonces, la unión del contexto espiritual y material, la lineal estabilidad, aunque sin reglas, de las cuales se nutre su identidad. El gesto de pintura revelado, se precipita hacia el exterior en una especie de tacto visual, donde se adivina el instante calmo. Es el momento previo a la totalidad de los acontecimientos esperados, como si todo se hallara pendiente de ocurrir en materia de ternura.
Estas creaciones nacen de la voluntad y del empuje de su sensibilidad, un universo que no excluye lo cotidiano. Se aprecia en estas marinas y en estos paisajes un cierto orden elegante, una manera de mover el pincel y de interpretar, en el que convergen las maravillas, las aspiraciones, los logros y las ansias de la vida.
El visitante interioriza su pintura, absorbe las tonalidades de azules, la luz brillante. En su intensidad artística, Mariano Cobo reinventa miles de efectos policromáticos. No sólo aquellos que con graciosos trazados hace reemerger, también los más puros que resuenan pulsantes sobre el papel.
La pintura de Cobo es una pintura sobre la consciencia. Lo corrobora una vez más, una escena de un atardecer oscuro que filtra delicados rayos de sol amarillentos. Las acuarelas de Cobo no dan explicaciones, pueden sólo exigir respuestas.
Elvira Rilova
Historiadora del Arte
Mariano Cobo nació en Comillas, Cantabria, 1953. En 1972 ingresa en la Escuela de Artes Aplicadas de Madrid, donde estudia Encuadernación artística y Grabado. En 1981 realiza su primera exposición individual de óleos y, ese mismo año, funda el colectivo de grabadores La Voz Gráfica. Pintor, escultor, grabador, restaurador y escenógrafo. Ha expuesto su obra gráfica en la Galería Des Hampton de Nueva York. Realizó la escenografía de la obra de teatro Entre tinieblas basada en el guión de la película homónima de Pedro Almodóvar. Sus obras forman parte de colecciones en Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, México, Estados Unidos, Costa Rica, Ecuador.
PAISAJES COBIANOS
Inauguración: 4 de marzo, 20:00 horas
Espacio Cultural Excelencias
Magdalena 8, Madrid 28012
