Recorremos ‘Ilumina Madrid’ de la mano de su comisaria artística, Lucía Laín

El pasado martes se inauguraba en el Espacio Cultural Serrería Belga la exposición ‘Ilumina Madrid’, un itinerario artístico que homenajea al icónico luminoso de Schweppes situado en la Gran Vía Madrileña. Las 50 imágenes que integran la muestra, procedentes de archivos oficiales y colecciones privadas de fotógrafos actuales, reflejan la evolución de la sociedad en torno al neón del mítico edificio Carrión.

Vea además: Schweppes homenajea los 50 años de su luminoso en Gran Vía a través de una exposición fotográfica

Y es que la instalación de este emblema refleja un verdadero hito en cuanto a modernización de la imagen de la ciudad: “Es uno de esos iconos que nos remontan al año 1972, que es cuando los vecinos de Madrid se sorprenden con el encendido de este luminoso, el único que queda en funcionamiento en la zona. Junto a otros iconos, como el cartel de Tío Pepe en la Puerta del Sol, el neón de Schweppes supuso una revolución por su modernidad.”, explica Laín.

Este fenómeno en el que se ha convertido el neón publicitario de la marca de refrescos, declarado rótulo histórico de la ciudad en 2010, se refleja cada día frente al céntrico edificio de la capital: “No hay turista o curioso viandante que no haya tomado una fotografía de la plaza de Callao con el luminoso, o de la propia perspectiva del edificio Carrión desde la Gran Vía”, nos cuenta la comisaria.

‘Ilumina Madrid’ comienza su recorrido en la década de los 50, en una ciudad muy distinta de lo que vemos ahora: “Ese primer período es muy interesante para el joven espectador, que quizás no tiene esa memoria vital, ya que le permite descubrir imágenes de un Madrid completamente desconocido: cómo eran los vehículos, cómo se transforma el transporte público, la cuestión de la vestimenta…”, narra la madrileña.

Las calles eran también reflejo de la época dorada del cine. “La Gran Vía estaba repleta de cines y, por consiguiente, de carteles de películas hechos a mano. Se puede ver, por ejemplo, al boxeador Alfredo Evangelista posando ante el cartel del estreno de Rocky en Madrid, o la cartelera del cine Callao durante la proyección de la película ‘Pendiente y caída de un cándido Mirón’, estrenada en Madrid en 1969.

Pero la evolución no solo se deduce de los cambios en los edificios o en los carteles, sino también en lo que transmiten las personas y las relaciones sociales. “En las fotografías pertenecientes a una época más anterior las mujeres solían ir acompañadas de sus maridos, cuando en las fotografías más actuales vemos una gran diversidad, incluso en cuanto a temas de mestizaje y de inmigración. Hay escenas muy bonitas”, relata Laín.

No obstante, durante la década de los 50 y los 60 ya se comenzaba a vislumbrar el aire de modernidad que iría ganando el entorno de la Gran Vía en los años posteriores. “Hay que considerar que la Gran Vía era, de alguna forma, el centro cosmopolita de Madrid, razón por la cual en los años 50 ya se respiraba un cierto aire de modernidad. Por tanto, el contraste no es tan grande como si nos hubiéramos centrado en un barrio periférico de la posguerra madrileña.”, nos cuenta.

Pero quizás el fenómeno cultural que mayor cambio imprime en la imagen de la Gran Vía es la irrupción de la Movida madrileña, tras los más de 30 años de dictadura franquista: “La Movida madrileña puede ser uno de los momentos históricos en los que más cambios culturales se dieron en el ambiente de la Gran Vía. En la exposición tenemos fotografías de los años 70 u 80, algunas inéditas de Jesús Peraita, que con su cámara captó momentos de la Movida, que discurría en salas míticas como la ‘Sala Pasapoga’ o la ‘Sala Xenon’”, explica la comisaria.

Figuras del mundo del arte y de la cultura, como el director de cine Pedro Almodóvar o los cantantes Alaska o Fabio McNamara,  también frecuentaban la zona de la Gran Vía.

El cine también aupó al neón dentro de ese listado de símbolos que forman parte del imaginario popular. Por un lado, la Gran Vía es objeto de grabación de películas destacadas como ‘El último caballo’ (en la que aparece el gran Fernando Fernán Gómez, dirigida por Edgar Neville), o ‘La ley del deseo’, dirigida por Pedro Almodóvar.

Y el propio luminoso es protagonista de una de las escenas del largometraje ‘El día de la bestia’, de Álex de la Iglesia, en el que Santiago Segura, Álex Angulo y Armando de Razza aparecen colgados del neón de la Gran Vía. De hecho, la exposición te permite ser protagonista de esta escena, gracias a la reproducción parcial del luminoso real. Se trata de una imagen que se genera digitalmente y que se podrá compartir directamente desde cualquier dispositivo con acceso a Internet.

En definitiva, el recorrido muestra los grandes cambios que se vivieron en Madrid durante la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del siglo XXI, alteraciones que invita a la reflexión sobre cómo está organizada la oferta cultural y de ocio de la ciudad. “En ‘Ilumina Madrid’ se pueden observar otros emblemas de la Gran Vía, como las terrazas abarrotadas o la cafetería Manila, imágenes que ahora mismo no se encuentran. Ahora mismo tenemos otra Gran Vía, otro planteamiento y, si es cierto que se puede recordar con nostalgia aquella época, debemos confiar en que la cultura vaya ocupando de nuevo las calles de la Gran Vía.”, asevera Laín.

Ya inmersos en el siglo XXI, la exposición muestra algunas de las imágenes más sorprendentes que se han dado en estos últimos años, como el gris panorama en las calles durante los peores momentos de la pandemia o el edificio Carrión bajo el manto blanco de la nieve durante la borrasca Filomena.

Pero, por encima de todo, Lucía Laín deja una reflexión: “Desde luego que el Madrid de hoy es una ciudad más abierta que aquella en la que se instala el luminoso, ya que se trataba de un momento histórico muy complejo, saliendo del franquismo. Pero lo que quisiera ahora mismo es que Madrid sea una ciudad habitable y cosmopolita, pero que proteja siempre la tranquilidad de los vecinos del centro”.

La colección, que cuenta con instantáneas de fotógrafos como Jesús Peraita, Santos Yubero, Luis Vioque, Nicolás Muller o Carmenchu Alemán, se podrá visualizar en el Espacio Cultural Serrería Belga (Calle de la Alameda, 15) hasta el 20 de diciembre.