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De España y su Patrimonio Mundial
24December
Artículos

De España y su Patrimonio Mundial

Es para mí de mucho regocijo celebrar la inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, del Paseo del Prado y el Buen Retiro, paisaje de las Artes y las Ciencias, esta vez como “El Paisaje de la Luz” que España propuso en una candidatura cuyo laborioso expediente se ha elaborado y consensado desde el 2014 y que merece una larga ovación.

Vea además: Medina Azahara, nuevo Patrimonio Mundial de la Unesco

Hay que aplaudir igual a la Unesco y a sus representantes la valentía de que la 44 reunión del Comité del Patrimonio Mundial se lograra celebrar en la ciudad china de Fuzhou a finales del mes de julio, aún más de la mitad virtual por sobre el flagelo de la Covid-19, ya que las sesiones del año anterior tuvieron que ser suspendidas.

El Comité de Patrimonio Mundial se encuentra integrado por 21 países elegidos por los 194 Estados Parte de la Convención de la Unesco para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972) y es el órgano ejecutivo de esta convención internacional, responsable de decidir qué nuevos sitios serán inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial.

El Paseo del Prado y del Buen Retiro iba a ese cónclave en igualdad de condiciones con obras majestuosas como el Ferrocarril Transiraní y su infinita red desde orillas del Mar Caspio hasta la costa del Pérsico; el Templo Ramappa, el más importante dedicado a Shiva y construido sobre piedra de arenisca en la India; o Quanzou, conocida como la Zaytón por los textos árabes y europeos, el emporio marítimo de la China de las dinastías Song y Yuan, del siglo X al XIV de nuestra era.

Y la emoción que embarga no es sólo por ser español, -y porque sea el primer paisaje histórico urbano declarado en Europa-, sino por lo que significa en principio para Iberoamérica y el Caribe ese recorrido esplendoroso en el corazón de Madrid: desde la plaza de Las Cibeles y soberbias instituciones, a las monumentales fuentes de Cibeles, Apolo y Neptuno, y los museos de El Prado, Reina Sofía, y el Thysse –Bornemiza en el camino de la Real Academia Española, la Casa de América, el Congreso de los Diputados, la Puerta de Alcalá, el Real Observatorio, hasta los mismísimos jardines del Buen Retiro, el Real Jardín Botánico o el barrio residencial de los Jerónimos. 

El Paseo del Prado "es el primero de los paseos arbolados urbanos europeos", y su eje con el Retiro ha sido desde hace cuatro siglos inspiración para otras alamedas de ciudades en América, un punto de promoción de la cultura y de las ciencias. Un espacio integrado en la vida diaria de los madrileños, como atestiguan las manifestaciones por la democracia y contra el terrorismo que recorrieron esos espacios, la Feria del Libro, o las celebraciones de los dos clubes de fútbol más laureados: el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

Hay datos que deberían ser más publicados para poder valorar la trascendencia de esta histórica decisión: La Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, que recoge los sitios con valor universal excepcional, se creó en 1972 y está constituida por 1,121 sitios, repartidos por todo el mundo. España, con 49 bienes, es el tercer país con más Patrimonio de la Humanidad, solo por detrás de China y de Italia.

De la misma manera que Castilla y León es la región del mundo con más bienes culturales, “El Paisaje de la Luz” es la quinta entrada correspondiente a la Comunidad de Madrid, tras el Hayedo de Montejo, el monasterio de El Escorial, la ciudad de Alcalá de Henares y el paisaje cultural de Aranjuez. España sabrá sostener este honor que le confiere la Unesco e Iberoamérica toda aplaude este digno y preciso reconocimiento.