Los Premios Excelencias, han sabido reconocer también aquellas tradiciones culturales arraigadas de manera indisoluble al pueblo y tal es el caso de Las Parrandas de Remedios, considerada entre las tres principales Fiestas Nacionales cubanas que acaba de celebrar sus doscientos años de fundada.
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Remedios es un hermoso pueblo de la central provincia de Villa Clara, y allí en 1820, un joven sacerdote ideó una argucia piadosa para lograr que aumentara el número de vecinos que asistía a las misas de Aguinaldo que se celebraban en las madrugadas del 16 al 24 de diciembre.
Cuentan que se confabuló con un grupo de niños y adolescentes a los que pagó para que armaran tal escándalo en las mencionadas madrugadas que los remedianos no tuviesen más opción que despertarse y participar en los servicios religiosos navideños.
Nació así una importante tradición cultural que ha sido parte de la vida de numerosas generaciones de remedianos orgullosos de su Fiesta Nacional que ha tenido una interesante evolución.
En un momento de su historia se incorporó la música a la bulla callejera de los mocosos, con la integración al grupo de Gregorio Quin y su hijo, quienes tocaban corneta y tambora, respectivamente.
Luego de este suceso definitorio de la naturaleza de la tradición, en 1851 se formaron dos grandes grupos de barrios rivales: El Carmen y San Salvador, liderados, el primero por Doña Chana Peña, y el segundo por Doña Rita Rueda, quienes comenzaron a estructurar organizativamente el festejo que ya contaba con cantores y músicos que tocaban guitarra, bandurria, arpa, quijada de caballos, botijuela, corneta, clave y tambora.
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La vida de las Parrandas de Remedios continuó y ha llegado hasta el presente constituyendo el mayor festejo del territorio que en la contemporaneidad tiene lugar el 24 de diciembre, pero que se prepara con mucho tiempo de antelación.
Estos preparativos son de los secretos mejor guardados en Remedios, y contemplan un concurso de bocetos de las carrozas y de los trabajos de Plazas, y luego de aprobados los diseños finales, se emprende la construcción en la que de una u otra forma interviene toda la población desde sus diferentes oficios, definiendo así el carácter popular del acontecimiento desde la concepción hasta el disfrute.
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Picando las diez de la noche del 24 de diciembre se inauguran las Parrandas Remedianas con el saludo, la música y los fuegos artificiales; a las doce, tiene lugar, en el escenario central de la plaza, la Misa del Gallo, y entre las dos y las cuatro de la madrugada desfilan las carrozas con su belleza y sus historias.
Es muy singular esta tradición, en la que no se decretan triunfadores entre los barrios rivales, porque es una fiesta en la que todos ganan y profundizan en su cultura local por lo que fueron merecedores del Premio Excelencias Cuba, porque el evento se realiza año tras año por los hombres y mujeres de Remedios que persiguen «siempre la meta de lograr ser excelentes».
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