Josone: la aventura musical cubana que mira al futuro

La cultura y la industria del turismo cubano necesitaban un evento como el Festival de Jazz & Son Josone, que se celebra este verano en el balneario de Varadero, en la matancera península de Hicacos. La ciudad balneario ha sido considerada nuevamente entre las grandes playas del mundo, según el parecer de entendidos y parte importante de quienes la visitan. A esta distinción se suma la segunda edición de un festival que pretende ser una de las más fuertes opciones para aquellos que planean visitar la Isla en estas fechas estivales.

Pensado como un evento interactivo, tiene entre sus principales organizadores a la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), un holding dedicado a la industria discográfica y al comercio de artistas y la promoción de sus presentaciones en directo. La segunda edición del evento ha sido pensada para superar aquellas impresiones y potenciales errores que marcaron la edición inaugural del pasado año. Y es que a pesar del esfuerzo desplegado por sus organizadores, aspectos tales como la simultaneidad de los conciertos y la poca difusión conspiraron para que la asistencia de público no fuera la esperada.

La posibilidad de que el evento se convierta en una vitrina de la música cubana e internacional abre las puertas, de una vez por todas, al turismo de festivales de verano propio de Europa, que se ha convertido en una importante plaza para la música cubana. Hacer coincidir la tradición con la vanguardia y lo popular con las tendencias de moda a nivel de mercado musical permite que la música cubana señoree en su tierra. El evento puede ser parada obligada de muchas figuras de alto perfil internacional.

Con estos argumentos, y otros que no siempre son del dominio público, los organizadores del evento han definido y estudiado variantes para lograr el objetivo primordial del Josone Jazz & Son Festival: dar al público cubano el placer de disfrutar de la mejor del catálogo musical de la nación y a su vez internacionalizar un poco más cada uno de los espacios culturales de Varadero. Es por ello que toda la infraestructura turística y extrahotelera prepara sus galas para integrarse a este evento que, desde hace algún tiempo, se ha venido publicitando y que, según se ha filtrado, además de los conciertos en las explanadas del parque Josone tendrá algunas subsedes en las que también se podrá disfrutar no solo del talento de la Egrem y otras empresas del mundo de la música, sino de otras manifestaciones que forman parte de la cultura cubana.

Con la vista puesta en el futuro y apostando a la música como la locomotora de la cultura cubana, el parque Josone y la ciudad de Varadero cierran filas para que este julio nuevamente suene la mejor música cubana e internacional, sin distinción de géneros y/o definiciones académicas. A fin de cuentas, un verano sin música no es verano en Cuba.

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