Rodar con Arte. James Dean y el "Pequeño Bastardo"

Por Willy Hierro Allen

Uno de los jóvenes íconos de Hollywood, James Dean, falleció durante un accidente de tránsito en su nuevo Porsche 550 Spyder, apodado “Pequeño Bastardo”. Con solo tres películas: ‘Al Este del Edén’, ‘Rebelde sin causa’ y ‘Gigante’  alcanzó la fama. Las dos últimas se estrenaron tras su muerte.

El 30 de septiembre de 1955 murió el actor cinematográfico James Dean,  primer ídolo trágico del Hollywood clásico e ícono de la “cultura de la desilusión adolecente” al  interpretar la película “Rebelde sin causa”. Tenía 24 años y cumplió una de sus frases preferidas: “vive rápido, muere joven y deja un hermoso cadáver”.

El impacto de su muerte produjo ataques de histeria colectiva entre jóvenes que veían en James Dean no solo al actor, sino a “una forma para entender la vida”. Esa mezcla de juventud, carácter rebelde, polémico e inconforme, junto  con la fama y su sorpresiva muerte, resultaron la creación de uno de los mitos inolvidables del cine.

Paralelamente nació la leyenda del ‘auto maldito’ en que se mató, todo lo cual forma parte del folclore hollywoodense alimentado por el escritor e historiador de los automóviles Porsche, Lee Raskin, en sus libros “James Dean, on the road to Salinas” y “James Dean: at Speed”, así como el de George Barris, titulado “Cars of the Stars” y otras supersticiones.  

James Dean comenzó su carrera en los años 50, luego de estudiar actuación en la Universidad de California .Trabajó en el teatro, la televisión y el cine, fue nominado dos veces al Oscar, otras dos al BAFTA y recibió un Globo de Oro especial, todos como mejor actor. Actuó en siete filmes y en tres de ellos como el protagonista. Es el único actor que ha sido nominado tras su fallecimiento, póstumamente.

Dean estrenó su Porsche el 21 de septiembre, dos días después se topó con Sir Alex Guinness en un restaurante. El joven actor mostró su biplaza y al verlo, el actor inglés lo calificó como “siniestro”. Seguidamente le aconsejó no manejarlo “porque podría acabar muerto en una semana”. Y así mismo ocurrió.

James Dean iba con su mecánico Rolf Wuetherich, probando su Porsche en camino a la carrera donde participaría. En la intersección de la Ruta 41 y la 466, chocó con el Ford Custom Tudor conducido por el joven estudiante Donald Turnupspeed. La velocidad del Porsche se estimó en más de 120 km/h, el Ford estaba doblando cuando chocaron de frente.

Turnupspeed argumenta que no lo vio venir, Dean no pudo frenar a tiempo. En la colisión James se fracturó el cuello, Wuetherich salió volando y al caer se rompió la mandíbula y un pie, Turnupspeed sufrió contusiones. El Porsche, cuya carrocería era de aluminio, quedó destrozado. Dean falleció en la ambulancia camino al hospital, los otros se recuperaron.