Por: Clotilde Serrano
Wilfredo Prieto juega con las ideas y su trayectoria artística se ha alejado de lo convencional. Su presencia en las Bienales habaneras y otros eventos internacionales siempre ha movido el interés y la curiosidad, porque Prieto precisamente lo que busca es exponer ecuaciones que generan lecturas imprevistas y hacen rupturas con lo estandarizado, con lo que la mayoría considera como “lo normal”. Prieto es un artista conceptual, graduado del Instituto Superior de Arte en 2002, poco ha empleado lienzo y pincel, su obra se basa en la disposición de elementos de la cotidianidad para llevar al espectador a una reflexión, a una conclusión propia, aunque Prieto sugiera, prefiere que el público se lleve su propia impresión de la obra.
Prieto se ha declarado un admirador de Marcel Duchamp, quien en 1914 decidió ampliar el diapasón de las artes plásticas para abrir una brecha al concepto, expresado en la instalación de disímiles objetos relacionados en el afán de trasmitir ideas. Desde 2006, con Grasa, jabón y plátano, (disposición de estos tres elementos como pieza en un rincón del Convento de Santa Clara, entonces subsede de una de las Bienales habaneras), su camino al conceptualismo ha sido reconocido a nivel internacional. Su instalación Alfombra roja de 2007, expuesta en una galería de Barcelona, según el mismo ha declarado “era difícil de entender, pues debías mirar debajo de la alfombra”. Prieto barrió el piso de la galería y depositó todo el polvo y la suciedad debajo de esta alfombra, por lo que para entender el mensaje era necesario observar debajo de la pieza.
En toda su carrera Prieto se ha distanciado de lo puramente “nacional”, aunque expresa se reconoce como un artista muy cubano, para expresar conceptos universales. Su visión creativa se basa en la objetividad, pues considera que encasillarse en solo una forma de hacer limita la creatividad. Muy discutida fue su pieza presentada en la reciente edición de la madrileña Feria Arco, que consistía en un vaso medio lleno de agua al que puso el precio de 20 mil euros, para los cubanos la obra es muy similar al vaso que Pánfilo, popular personaje del programa televisivo Vivir del Cuento, le tiene puesto como asistencia a la libreta de abastecimientos. Ante comentarios sobre la legitimidad del arte conceptual, Prieto declaro que el precio no determina la calidad de la obra de arte y expresó: “Tenemos una noción del arte muy seria” y afirmó que no se consideraba ni un humorista, ni un polemista. No obstante, la obra abrió controversias entre partidarios de que las actuales re-contextualizaciones de Duchamp ya no responden a las supuestas libertades de la creación sino a las exigencias del mercado, sin embargo Prieto ha reiterado que no es un artista crítico, sólo que el vaso medio lleno de agua ha puesto a muchos a pensar.
Wilfredo Prieto estará presente en esta Duodécima Bienal de la Habana, en esta ocasión, su desempeño principal es como curador del Proyecto Montañas con esquina rota, responsabilidad que comparte con Gretel Medina y Direlia Lazo. Esta propuesta en la que participan más de quince creadores de varias nacionalidades, entre ellas dos cubanos: Tatiana Mesa y el Premio Nacional de Artes Plásticas, Eduardo Ponjuán estará emplazada en la antigua Fábrica de Bicicletas Claudio Argüelles de Línea y 18, en el Vedado. En esta edificación completamente derruida, en la que solo quedan las estructuras metálicas de la nave industrial servirá para emplazar las instalaciones de esta nómina de artistas, que no están concebidas para perdurar como otros proyectos ubicados en otras zonas de la ciudad, sino que mientras el tiempo que dure la bienal convertirán este inmueble en un inusual espacio expositivo. Por el momento esperar al 22 de mayo en que la Bienal se extienda por toda la capital para ver la muestra creativa de uno de los artistas conceptuales más irreverentes, según la crítica especializada, de la nómina nacional.
Fuente: Cubarte
