Memorias resume mucho de lo que la creadora cubana ha aportado a la cultura cubana.

Ganadora del Premio Nacional de Artes Plásticas 2019, Lesbia Vent Dumois es un ícono de la cultura cubana. Su trayectoria como artista visual, así como promotora del arte le ha granjeado el respeto de sus coterráneos y de artistas de otras latitudes.

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La muestra que a partir de este 30 de septiembre de 2021 se presentará en el Museo Nacional de Bellas Artes lleva mucho de su legado. Memorias, que ocupará las Salas del Edificio de Arte Cubano, constituye una exposición antológica en la que se reconoce su amplia trayectoria y se reverencia por el premio obtenido.

Memorias estará compuesta por cerca de cuarenta piezas, resultado de la experimentación de la artista en el grabado, el dibujo, la pintura, la escultura con materiales no convencionales y técnicas mixtas. Será esta una oportunidad para resumir valores estéticos; expresión de la formación, diversidad de actuaciones, tareas realizadas y profesionalidad sostenida por Vent Dumois, los cuales respaldaron los fundamentos consideradados por el jurado que le otorgó el alto galardón.

Organizada por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y el MNBA, el diseño museográfico se articulará en dos espacios. En el primero de ellos se propondrá un acercamiento al mundo íntimo y profesional de la también Presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC; mientras que en el segundo, se desplegarán obras de géneros distintos, fechadas entre 1960 y el 2020.

El concepto curatorial concede notoriedad a la manera en que Lesbia discurre sobre asuntos que merecen llamado de atención. Lo femenino, por ejemplo, es tratado en imágenes o símbolos que reverencian a mujeres que han aportado a la humanidad desde plurales universos, como Isidora Duncan, Violeta Parra, Nahui Olin, Tina Modotti, Frida Karlo, entre otras. También, Memorias del 26 de julio en la Sierra (1960) sintetiza su preocupación por la historia y por el devenir de la Revolución Cubana. Todo ello en armonía con otras poéticas que circundan lo cuotidiano y que ponen en relieve la presencia de lo onírico, lo satírico, lo lúdico, así como la espontaneidad con que asumimos nuestro contexto habitual. Particularmente contemporánea y atractiva es la serie Sabores, donde frutas, modeladas como esculturas blandas, son una clara expresión de nuestra naturaleza tropical.

Este proyecto, aderezado por materiales audiovisuales, resultará un digno homenaje a esta creadora, que es ejemplo de dedicación al arte y a la cultura cubana.

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