Uno de los más prestigiosos artistas cubanos contemporáneos, Reynerio Tamayo (Holguín, 1968), se ha sumado al numeroso grupo de colegas suyos que quisieron rendir tributo a la capital de la Mayor de las Antillas, en el aniversario 500 de su fundación.
El Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam abrió sus puertas a esta exposición homenaje que, bajo el título de Edén Habana, podrá ser visitada hasta mediados del próximo mes de diciembre, en la primera planta de la institución ubicada en la calle San Ignacio, próxima a la Plaza de la Catedral.
Las 23 obras que conforman la serie Habaneros ilustres (2019), con la que el artista quiso reconocer a un grupo de personalidades que han dejado su impronta en la urbe caribeña, es la que inicia la exhibición que lo reafirman en su versatilidad, sentido del humor y también laboriosidad, una vez que casi la totalidad del medio centenar de piezas seleccionadas fueron hechas en el año en curso.
En la antes mencionada serie Tamayo reinterpreta, en retratos realizados en técnica mixta sobre lienzo, imprescindibles figuras de todas las épocas y diversas esferas; entre ellas las de José Martí, Dulce María Loynaz, Chucho Valdés, Joseito Fernández, Eusebio Leal, Kid Chocolate o El Caballero de París.
Asimismo, pueden observarse otras de carácter costumbrista o dedicadas, desde su arquitectura, a las Escuelas Nacionales de Arte (ENA), edificaciones también representativas de la ciudad y en las que, además, el artista recibió una parte importante de su formación en los años 80 del pasado siglo.
El humor, la historieta y el cartel se entremezclan en esta propuesta que pone de relieve una vez más la depurada técnica con la que este representante de la llamada “generación de los años 90” logra expresar sus muy bien razonadas apreciaciones acerca de la realidad cubana e internacional.
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