Cuando a principios de este año circuló la nota de que la versión asiática de Art Basel quedaba suspendida, muchos entendieron la dimensión real de la epidemia que asolaba esa parte del mundo. Pero Art Basel Hong Kong encontró una alternativa que resultó efectiva para mantener su presencia en el contexto del arte contemporáneo: aprovechar las plataformas digitales para exhibir las obras y propiciar las compras y el intercambio.
Por su parte, la versión suiza –prevista inicialmente para junio- se ha postergado hasta septiembre y las galerías tienen hasta el 1 de junio para decidir si seguirán participando en ella aunque todavía no está claro cuándo volverán a autorizarse las reuniones masivas. Los organizadores han informado además que tanto para esta como para la fijada a desarrollarse en Miami Beach se reembolsará por completo las tarifas ya pagadas por los expositores si se cancela.
Por último, la feria anunció la versión online para Suiza y otros modos de aprovechar la plataforma, como promover proyectos digitales de las galerías. También están considerando reducir los costos de participación en futuras ediciones.