La primera exposición del alemán Gustav Metzger en España, se puede visitar en el MUSAC hasta el 8 de enero de 2017. Una cita ineludible para todos aquellos amantes del activismo del arte auto destructivo y auto creativo. Un visionario, un adelantado a su tiempo que aterriza en España para dejar huella.
Gustav Metzger (Núremberg 1926), artista y activista político, se crió rodeado de propaganda nazi. Sus orígenes judeocristianos le obligaron a emigrar a Inglaterra junto con uno de sus hermanos, el resto de su familia no corrió la misma suerte. Esta experiencia siempre ha acompañado las obras de Gustav. Con un sabor amargo y de nostalgia, el artista siempre ha apoyado la extrema izquierda liderando iniciativas sobre la recuperación de la memoria histórica. Para él el arte protesta es una forma de denunciar otros aspectos como pueden ser la extinción de especies o la diversidad cultural en la que nos encontramos. La base de su obra se asienta sobre cimientos sociales y de cambio. En numerosas ocasiones le han definido como un visionario o incluso un adelantado para su tiempo.
En esta retrospectiva presentada en el MUSAC (Museo de arte contemporáneo de León), el comisariado a cargo de Dobrila Denegri y Pontus Kyander muestra una vista aérea sobre la trayectoria de uno de los mejores artistas del S.XX. La muestra cuenta con obras desde 1940 hasta la actualidad. Por supuesto los temas más recurrentes son el compromiso medioambiental y político con connotaciones artísticas. La capacidad de reflejar sus propias convicciones en obras de arte le caracteriza. La exposición está compuesta por un gran número de material documental extraído gran parte de su archivo personal.
Es la primera vez que se realiza una muestra en España de este calibre sobre Gustav Metzger, narra cuales han sido sus transiciones más marcadas. Empezó haciendo pintura y escultura, de ahí derivó al arte destructivo y auto creativo. “Actuar o perecer” hace referencia al activismo político que defiende contra el capitalismo y el estado comunicativo del arte que le ha acompañado durante toda su carrera. Completando a estos documentos, se exponen una serie de fotografías históricas e instalaciones de gran formato que realizó desde los años 90.
Gustav refleja en su obra su capacidad para analizar a la sociedad del momento y plasmarla en sus obras. Siempre ha abogado por movimientos radicales. Inspirado en estas manifestaciones, las cuales sufrieron su máximo apogeo después de la segunda guerra mundial, el futurismo y el dadaísmo fueron grandes fuentes de las que absorber su conocimiento. También estuvo presente en la primera visualización del movimiento fluxus lo que contribuyó a forjar dicha personalidad ecléctica y futurista. Una cita obligatoria en cualquier agenda si vais a visitar León.
Fuente: http://www.art-madrid.com