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Giants in Miami
16December

Giants in Miami

Por José Carlos de Santiago

 

En esta última edición de Art Basel Miami Beach un proyecto de arte público llamó particularmente mi atención. Concebido para redimensionar la creación individual a escalas monumentales, así como para acercar la creación a un espectador poco habituado a visitar exhibiciones o galerías; pensado para sensibilizar y ser una vía cuasi didáctica de aproximar a desconocedores a los lenguajes contemporáneos; Giants in the City, exhibición de esculturas inflables de grandes dimensiones, estuvo ubicado en el Bayfront Park del Bayside, en Downtown Miami, durante los días de la Feria.

 

Muy difícil olvidar ante estas imágenes las esculturas gigantes de Niki De Saint Phalle. Similares también su intención en lo que respecta a la interacción con el público incidental –necesitado de un llamado atractivo y sugerente– especialmente el infantil.

 

Pude conversar con algunos participantes, entre ellos Alejandro Mendoza (Cuba-Estados Unidos), curador de la muestra, quien estuvo interesado desde sus primeros años de formación como escultor en producir obra monumental para espacios alternativos. “La idea de este proyecto surgió en el 2008” –explica– “comenté los detalles a cinco colegas, quienes inmediatamente se decidieron a producir sus piezas. De repente una idea personal se tornó en interés colectivo, comenzó a crecer.”

 

Desde entonces el proyecto ha viajado a República Dominicana, Japón, Italia, y en cada edición varía su nómina. Según Mendoza: “Lo que trato de lograr como curador es que los artistas sigan en la pieza inflable el curso lógico de su obra. Que no por incursionar en este tipo de formato “distorsionen” su poesía.” Por ello el conjunto es a todas luces diverso, temática y formalmente, en tanto las obras muestran, de alguna manera, el “estilo” de cada creador, el modo en que ve el mundo.

 

Así, Miguel Fleitas presenta The Breast Project, un homenaje al sacrificio de la mujer latina, que se ve obligada a modificar su imagen para competir en un mundo signado por cánones de belleza muy limitados, que muchas veces le impiden acceder al éxito, en una pieza que se conecta totalmente con su representación pictórica de bustos y torsos femeninos; y Sandra García Pardo, escultora colombiana residente en Miami que trabaja con material reciclado la abstracción y el arte conceptual, nos sorprende con un imponente sillón rojo, ambiguo en su sugerencia al descanso (en pareja) y su inoperancia en el espacio físico. También la obra monumental de Bartus Bartolomes está vinculada a su trabajo bidimensional, pues representa signos pictográficos y caligráficos hilvanados con un sentido lúdico, en una suerte de tira cómica-mural prehistórico donde ciertamente el humor juega un papel decisivo; mientras que Astolfo Funes reformula su explosión colorista –característica de su pintura– en un diseño recargado, lejos del tono minimal que caracteriza muchas de las piezas.

 

Giants in the city ha ido, literalmente, creciendo con el tiempo. De la primera pieza de Alejandro Mendoza, de 16 pies, hoy algunas obras llegan a los 42 pies de altura, un edificio de tres plantas aproximadamente. A pesar de ser un arte efímero, el proyecto ha tenido éxito también desde el punto de vista comercial, de hecho muchas de las obras que se exhiben están en calidad de préstamo, pues los coleccionistas que las adquirieron se interesan en sostener de algún modo la dinámica con la que fueron creadas. No olvidemos que artistas de primera línea han integrado la muestra, como José Bedia, cuya ballena inflable de 25 pies de altura está valorada en unos 70-75 mil dólares.

 

Sobre el interés de galerías comerciales en Giants y la participación de Bedia comenta Mendoza que “él fue uno de los pioneros, uno de los primeros colegas que decidieron participar de este proyecto de arte público. Como curador trato de hacer un high profile event, incluyendo a creadores con cierto posicionamiento en sus carreras, cierta madurez. Cada uno de ellos es ya representado por una galería, que eventualmente pide exhibir estos gigantes. De este modo el proyecto se inserta en otros espacios.”

 

No cabe dudas, Giants in the city piensa en la ciudad, en la formación estética de sus habitantes. “Es un ejercicio de arte público” –afirma su curador–, y la nobleza de este ejercicio reside en su intención de “dar acceso” al arte, que usualmente se encuentra en las galerías. Otra reflexión convence: Bartus Bartolomes comenta que conceptualmente la exhibición es “efímera quizás en la ciudad, pero eterna en la visión de la estética y de la vida, pues se trata de obras que permanecen en tanto dejan el grato recuerdo de una experiencia novedosa”.

 

Este evento, que integró a dieciocho creadores (Alejandro Mendoza, Paula Urbano, Luis Delgado, Frank Hyder, Sandra García-Pardo, Martin Kaupp, Otton Castañeda, Bartus Bartolomes, Astolfo Funes, Miguel Fleitas, Máximo Caminero, Ángel Vapor, Yovani Bauta, Blanca Caraballo, Mariano Costa Peuser, Cecilia Lueza, Miguel Rodez y David Egena), fue patrocinado por la ciudad de Miami y por Miami DowntownDevelopmentAuthority. “Definitivamente, sin ellos no podemos lograr un acontecimiento de tal magnitud” –afirma Mendoza.

 

Los organizadores de Giants in the City recibieron en esta oportunidad la propuesta de reeditar la exhibición en Mississippi. Le mantendremos informado de los detalles.