Strambótica llegó a la quinta edición de Organic Food para romper todos los esquemas. La Real Academia de la Lengua Española registra el término original, estrambótico, como algo extravagante, fuera de lo común. Y es que justamente esta es la premisa de la marca que puso el toque de moda en medio del amplio catálogo de salsas, cremas, vinos, quesos…De por sí el nombre acaparaba miradas en la feria más importante del sector ecológico de la alimentación en España y Portugal, luego, su diseño y filosofía terminó por seducir a quienes aprecian el buen vestir y la sostenibilidad.
Concebida por las hermanas Concha y María del Mar García, originarias de Yecla en Murcia, Strambótica nació hace más de 10 años como parte de su proyecto de estudio de diseño gráfico con el fin de dar riendas al arte urbano desde una práctica comprometida con el medio ambiente. Desde alpargatas de papel reciclado hasta camisetas diseñadas a base de tinta ecológica, la marca se fue haciendo un hueco en la preferencia de mujeres y hombres sobre todo a partir de 2020 con la pandemia de Covid 19.
El valor artesanal y orgánico de sus piezas las convierte en prendas para el uso de todos. Textiles y calzados que llevan el estilo de vida vegano también a la moda. En el marco de Organic Food hablamos con la CEO de la marca Concha García sobre su peculiar manera de fomentar el vestir “estrambótico”.
¿Cómo surgió la idea de este negocio?
Desde siempre hemos estado muy involucradas con el tema del medio ambiente, de que había que hacer cosas, de que no se podía usar y tirar, comprar a destajo. Tiene que haber un poco de sentido común. Hay tantos centros comerciales y al final lo que es el oficio, la tienda de barrio está desapareciendo porque no se pueden mantener los costes de alquileres. Ese tipo de cosas nos hizo crear esto.
Sin embargo, de la manera que comenzó Strambótica a lo que es hoy ha cambiado a una estética más colorida, ¿qué los motivó a pasar del blanco y negro al color?
Cuando nosotros empezamos, el tema ecológico tenía que ser un poco como “triste”. Entonces al principio la marca la pensamos solamente para el color blanco y negro y con nuestros diseños, que es nuestra base y tienen una identidad muy reconocible visualmente.
Hasta que nos planteamos hacer más diseño, que es nuestra base y porque además al llegar la pandemia, el mundo necesitaba un poco más de alegría. Sacamos una gama de pantalones, de bolsos y demás en color, sin dejar el blanco y negro.
¿Cuáles son las líneas de producción de Strambótica?
La primera línea de fabricación es de estilo orgánico, hecho a partir de algodón con estampaciones con tintas ecológicas, a base de agua, sin químicos que puedan dañar la piel. Con ella hacemos diseños atemporales en camisetas más o menos entalladas, sin crear la necesidad de estar continuamente comprando. También hacemos pajaritas, calcetines y alpargatas de yute cosidas a mano.
La segunda línea de fabricación es el papel reciclado, con el cual hacemos joyas de autor, pendientes, broches, collares, accesorios para el pelo, bolsos de mano, clumps y bolsos bandolera. Aparte de collares, los, ese tipo de cosas.
Y la tercera línea y más reciente es la del merchandising sostenible corporativo, en el cual hacemos cajas de diferentes formatos en función de la necesidad y con diseños personalizados. Normalmente lo hacemos de papel reciclado o papel craft. Así tenemos libretas y cuadernos, reivindicando también la escritura a mano en la época de la digitalización teniendo una libreta de toda la vida con hojas de papel reciclado. Todo es trabajo manual con el mínimo de maquinaria utilizable solo en el caso de los artículos de papel, donde es imprescindible usar la guillotina.
En el caso de las piezas de papel, ¿cómo garantizan su durabilidad?
Se le pone un celofán de degradable que lo que hace es que, si se moja el papel, no le pasa nada.
Strambótica ostenta además de la certificación de artesanía de la región, la de Women Owned, ¿qué les ha significado?
Estamos muy orgullosas de tener la certificación Women Owned la cual nos certifica que somos una empresa propiedad de mujeres. Somos una empresa pequeña donde trabajamos 4 o 5 mujeres en función de la necesidad, de ahí que esta certificación nos abra puertas para contactar con multinacionales que tienen mayores presupuestos y colaborar. Porque también es cierto que, si no nos ayudan, difícilmente vamos a poder salir adelante. Esta certificación también lleva implícito cierta responsabilidad para la marca.
¿Dónde comercializan los productos?
Tenemos tienda online, que es al principio lo que creamos. Pero recientemente hemos abierto puntos de venta por toda España sobre todo en Murcia y Portugal.
¿En algún momento se han planteado la posibilidad de convertir a Strambótica en un proyecto de inclusión social, que genere oportunidades de empleo a mujeres de la localidad?
Siempre que hemos podido dar trabajo lo hemos dado parte para que nos ayude en el tema de ciertos sectores. Somos solidarias, tanto con el producto que hacemos como con la posibilidad de ayudar a la gente que tenemos alrededor y que no han tenido la oportunidad de poder desarrollar su valía por circunstancias diferentes.
¿Cuál es la clientela más habitual?
Es curioso porque nosotros cuando creamos la marca pensamos que iba a ir más dirigida a gente joven, por el tema de las camisetas, sin embargo, nos hemos encontrado un espectro etario mucho más amplio, gracias a la participación en distintas ferias. Actualmente tenemos clientes de mayor edad que aprecian mucho el tema del algodón orgánico, de las estampaciones.
En portada: Concha García, CEO de Strambótica