Inauguran hoy muestra BOOMERANG

La Habana: A propósito de sus 30 años de trabajo, la Cátedra de grabado de la Academia Nacional de Bellas Artes “San Alejandro” inaugura hoy (21 de enero, 4 pm), la exposición Boomerang, en la sede de la institución.

La muestra gráfica –que permanecerá abierta hasta el día primero de marzo– es una selección de obras representativas de quienes han sido maestros o alumnos de esta cátedra en las últimas tres décadas, entre ellos Belkis Ayón, Juan Sánchez, Luis Lara, Ángel Ramírez, Eduardo Hernández, Sandra Ramos, Agustín Rojas, Salvador González, Pablo Borges, Carlos del Toro, Janette Brossard, Norberto Marrero, Anyelmaidelín Calzadilla, Milton Raggi. 

Con la finalidad de ampliar la recepción públicade este evento,adjuntamos el texto incluido en el catálogo de la exposición, titulado: “Boomerang: Treinta años de la Cátedra de grabado de San Alejandro”, a cargo de su curador Eduardo Hernández Santos.

BOOMERANG: TREINTA AÑOS DE LA CÁTEDRA DE GRABADO DE SAN ALEJANDRO

es el arte supremo del maestro despertar gozo en la expresión creativa y el conocimiento

Albert Einstein

Un poco de historia

Boomerangintenta visualizar treinta años de enseñanza de la Cátedra de grabado de la Academia Nacional de Artes Plásticas “San Alejandro” de La Habana.

El grabado se inserta como especialidad en 1982 con resultados muy alentadores tanto para la Escuela como para la gráfica cubana contemporánea.

La Cátedrade grabado de San Alejandro se funda en 1928 bajo la dirección del pintor español Mariano Miguel hasta 1957. En el año 1958, Carmelo González, grabador, dibujante y director de la Asociación de Grabadores de 1949, asume su directiva hasta el año 1962. Carmelo fue no solamente un excelente grabador y dibujante, sino un gran líder y promotor de la gráfica cubana en las décadas del 50 y 60. Enseñó y aglutinó alrededor del grabado a numerosos artistas y promovió la gráfica nacional a través de exposiciones tanto en Cuba como en el exterior.

El grabador y periodista, Juan Sánchez fue nombrado jefe de Cátedra de Grabado en 1962, cargo que ocupó hasta 1985. Juan fue además director de San Alejandro entre 1976-78 (según fuentes consultadas). Su labor investigativa queda plasmada en varios títulos sobre arte cubano entre los que destaca: El grabado en Cuba (1955).

Entre 1985-1994 Ángel Ramírez, grabador y dibujante, es nombrado jefe de Cátedra. La obra y labor pedagógica de Ángel establecen un giro en la enseñanza del grabado dentro de la Escuela al abordar por primera vez nuevas problemáticas como el carácter objetual del grabado, la deconstrucción de impresos para utilizarlos de otro modo y la matriz como obra. Su trabajo se inserta dentro de una generación de jóvenes grabadores recién egresados del ISA, con nuevas ideas que junto a él jugaron un rol interesante en la enseñanza del grabado en los 80. Entre estos jóvenes se encontraban: Agustín Rojas, Salvador González, Pablo Borges (con una obra exquisita y rigurosa en lo formal y con una gran exigencia en su metodología docente), Carlos del Toro, quien introduce criterios más abarcadores y experimentales en la aplicación de los antiguos programas de estudio de litografía. En este momento ya se comenzaba a discutir la utilidad de la técnica como medio y no como fin dentro del grabado.

De 1996 a 1997 Eduardo Hernández Santos –grabador, dibujante y fotógrafo– ocupa la jefatura de la cátedra de grabado en San Alejandro. Formado en la década de los 80, y resultado de las primeras graduaciones de la especialidad, su obra comienza en lo gráfico y se extiende a la fotografía. Su trabajo de profesor en San Alejandro comienza en 1990 en el taller de estampa gráfica de primer año, donde imparte los principios básicos del grabado apoyados en una información visual sobre la historia de la gráfica y su repercusión.

De 1997-2000 el grabador, dibujante y escritor Norberto Marrero ocupa la jefatura de la Cátedra. Norberto comienza como ayudante de taller y es promovido a profesor, a instancias de Belkis Ayón. Sus clases vinculan la literatura y el cine, lo cual contribuyó a ampliar el perfil de formación profesional y la sensibilidad de sus alumnos hacia el arte gráfico en general.

Janette Brossard, grabadora y dibujante ocupó el cargo de jefa de Cátedra del 2000-01. Janette reforzó aún más el vínculo maestro-alumnos. Según sus propias palabras nunca se sintió jefa pues “lo más importante era el vínculo con sus alumnos”. Su obra es indagadora del contexto social. Sus grabados implementan formas que van desde la estampa tradicional hasta lo instalativo, lo cual resultó un referente altamente positivo para sus alumnos. Mediante proyecto de tesis de grado, Janette vinculó el espacio pedagógico con el profesional de la galería.

Finalmente desde 2001 hasta la actualidad la jefatura de Cátedra se encuentra bajo la dirección de la grabadora y dibujante Anyelmaidelín Calzadilla. Anyel ha desarrollado la serigrafía y la instalación como lenguaje estético, citando temas sociales contemporáneos. Como profesora imparte un taller de serigrafía que indaga acerca de los contenidos del grabado y su implementación.

La impronta de Belkis

San Alejandro se vio privilegiado por la presencia de la artista gráfica Belkis Ayón quien trabajo como profesora de grabado entre 1991-98. Belkis nunca quiso asumir la jefatura de Cátedra, quizás debido a sus múltiples responsabilidades artísticas y directivas fuera de la Escuela. No obstante, su labor como maestra fue notoria según el testimonio de alumnos y colegas de trabajo. En su labor docente insufló gran exigencia, demostrando que el oficio del grabador requería de un notable rigor ético y numerosos esfuerzos y sacrificios. Así mismo destaca su empeño por vincular el trabajo de sus alumnos con el espacio arte, convirtiéndose en una especie de promotora de jóvenes talentos. Poseedora de una personalidad vital, de visible franqueza y energía sorprendente, Belkis sienta cátedra en el grabado por su forma de abordar la colografía. En primer lugar el uso de enormes formatos –poco frecuentes en la obra gráfica acostumbrada casi siempre a los formatos medios. En segundo lugar, Belkis cambia el lenguaje constructivo y formal de la colografía al dotarla de un amplio rango de texturas, de alta precisión. Se podría decir que Belkis crea un nuevo lenguaje para la colografía, menos pictórico y más radicalmente gráfico. Su carrera profesional estuvo plena de premios y reconocimientos significativos entre los que se destacan: el Premio Nacional del Encuentro de Grabado (1987), su exposición en la Sede del Foro Ludwig de Aachen, Alemania (1992), su participación en la Bienal de Venecia de 1993, el Primer premio de la XII Bienal de San Juan de Puerto Rico del grabado latinoamericano y del Caribe (1998). Además sus obras están incluidas en las colecciones del MOCA de Los Ángeles y el MOMA de Nueva York, en los Estados Unidos.

Tanto por la dimensión de su arte como por su labor de promoción en eventos como La huella múltiple, Belkis logra revalorizar el grabado cubano en el contexto cultural nacional y en los circuitos internacionales del arte. La obra gráfica de Belkis Ayón se ha convertido en un punto de referencia, en un ejemplo para los jóvenes que un día fueron sus alumnos, para los que no lo fueron y para los que están por venir.

Lo que nos concierne

Bajo el título de Boomerang, la Cátedra de grabado de San Alejandro ha organizado esta exposición que agrupa a tres generaciones de grabadores cubanos (de 1980-hasta la actualidad). Esta muestra gráfica no forma parte de los fondos metodológicos o ejercicios de clase sino que se trata de una selección de algunas obras representativas de sus maestros y exalumnos quienes han conformado la geografía de nuestra Cátedra de grabado y de una parte de la gráfica cubana contemporánea. Es nuestro propósito mostrar la interrelación que se establece entre estas generaciones de grabadores a través de un acercamiento a sus producciones artísticas.

Espacio fundacional. Década de los 80

Los 80 fueron un momento importante para la fragua de las futuras generaciones de artistas gráficos en Cuba. La Cátedra de San Alejandro fue asumida por un grupo de jóvenes artistas egresados del ISA con nuevos enfoques metodológicos que implican mayor libertad y creatividad.

Esta exhibición ha querido mostrar una aproximación a la obra de maestros y alumnos formados en San Alejandro en esta década, en la cual prima la estampa tradicional, el buen oficio del grabador, marcada por lenguajes de la nueva figuración; el neoexpresionismo, el realismo mágico, lo surreal, la abstracción, y por temas como la religiosidad, el paisajismo, lo popular, las apropiaciones artísticas, enfoques intimistas y antropológicos. Los 80 implicaron la introducción de cambios en la concepción y presentación del grabado, pero no como una generalidad, sino como una expresión de particularidades (la obra de Ángel Ramírez). Fue una década donde se veneran las técnicas del grabado tradicional de un altísimo nivel profesional y rigor técnico y donde se originan las primeras acciones para instaurar cambios en la estampa que fructifican en la década siguiente.

“Década prodigiosa”: Los 90

Los años 90 corroboran la continuidad y sedimentación de técnicas y formas artísticas del grabado iniciadas en los 80 así como la introducción de nuevas expresiones como el instalacionismo y los grandes formatos. Es un momento de despegue de propuestas de una fuerza y madurez inusitadas en el grabado, con gran equilibrio en la forma y el contenido. Aún prevalece un respeto por el oficio junto a transgresiones moderadas que incluyen el instalacionismo, lo objetual, y la reconstrucción y construcción del objeto artístico. Los grabadores reflejan su compromiso con el entorno social y político proyectando temas como la emigración, la precariedad de lo cotidiano, nuevos enfoques costumbristas y nuevas lecturas de la historia; para lo cual usan estrategias discursivas que incluyen la ironía y la metáfora. Esta década despliega un derroche febril en la producción de obras gráficas marcadas por un carácter personal y una belleza estética.

Los novísimos: los 2000

Los novísimos son el resultado de una continuidad y ruptura lógicas. Irrumpen con una experiencia acumulada en La huella múltiple, y por la sumatoria de las individualidades y excelencias artísticas de los 90. Es la década donde el grabado se proyecta definitivamente al gran formato, al instalacionismo, y a lo objetual. Estos jóvenes expresan un marcado interés por lo autorreferencial, el comentario social y cotidiano, creando sutiles metáforas reflexivas sobre su espacio vital. No obstante se mantienen algunos artistas interesados en recuperar el oficio del grabado tradicional. El “grabado” contemporáneo actual ha modificado sustancialmente su corporalidad tradicional al asimilar, combinar y superponer impresiones sobre materiales tan disímiles como plásticos, telas, impresos industriales, maquinarias, a partir de técnicas tradicionales de estampación para obtener nuevos resultados. El grabado se somete constantemente a mutaciones diversas lo cual facilita la expansión de sus horizontes creativos.

Es así como el nombre de Boomerang, arma primitiva de los aborígenes australianos, que establece un recorrido circular para volver a su origen, deviene metáfora del espacio Escuela, filtro de proyecciones desde adentro hacia fuera y viceversa, en intercambio enriquecedor e imperecedero maestro-alumno y alumno-maestro, en ciclo de referencias diversas y complejas, en lugar de encuentros, de proyecciones hacia el espacio arte y de éste hacia nosotros, en lugar de interacciones y acciones infinitas.

Eduardo Hernández Santos

La Habana, diciembre 2010

ACADEMIA NACIONAL DE BELLAS ARTES “SAN ALEJANDRO”: www.sanalejandro.cult.cu

Avenida 31 y calle 100, no. 10006

Obelisco de Marianao, Ciudad de La Habana