Arte por Excelencias lamenta la reciente pérdida del intelectual cubano Rufo Caballero (Cárdenas, 1966-5 de enero 2011), uno de los colaboradores vinculados a nuestra revista desde su fundación, creador de la sección “A cuenta y riesgo”, espacio donde hacía gala de sus erudición y sus dotes de polemista para repensar los procesos del arte.
A los ensayos que dejó inéditos, inconclusos o pendientes de edición; a la obra narrativa y audiovisual –que le concedían un disfrute creativo particular–, se suma una enjundiosa y aportadora obra ensayística sobre cine, música, artes plásticas, publicada en prensa y en libros como El canto del quetzal; Un hombre solo y una calle oscura. Los roles del género en el cine negro; Cine latinoamericano: un pez que huye; Rumores del cómplice, cinco maneras de ser crítico de cine; Lágrimas en la lluvia: dos décadas de un pensamiento sobre cine;Agua bendita. Crítica de arte, 1987-2007, entre otros.
Doctor en Ciencias sobre Arte y Profesor Titular de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, su trabajo fue reconocido con los premios de Ensayo Hispanoamericano Lya Kostakowsky, el Premio Ensayo sobre Cine en Iberoamérica y el Caribe, Premio Nacional de Crítica Cinematográfica y el de Investigación del Centro “Juan Marinello”. En 2003 le fue conferida la Distinción por la Cultura Nacional y en 2008, el Premio Caracol de la UNEAC por Erotismo y nación en el cine de Humberto Solás, la construcción de un diálogo.
En la presentación de los números 4 y 5 de la revista Arte por Excelencias (mayo 30, 2010), Rufo concluyó su intervención con palabras que quisiéramos retomar ahora porque constituyen una certera definición de su personalidad como hombre de pensamiento: “la cultura, visual o no, es cosa de todos los días. La cultura se necesita para respirar, para andar, para hacer el amor, para querer a un equipo de pelota, a un país; para hallar nuestro lugar en el mundo sin la vieja arrogancia de la comarca vanidosa”.