Tras una espectacular trayectoria profesional, siendo testigo de algunos de los momentos más importantes de la transición española, la fotoperiodista Marisa Flórez se embarca en un nuevo proyecto: Women: un siglo de cambio, que reúne una gran variedad de fotografías aportadas por National Geographic que relatan la evolución de la mujer y de su identidad desde hace más de un siglo. La comisaria de este proyecto explica para Arte por Excelencias la hoja de ruta de la exposición, con unas 60 fotografías escogidas por la fotoperiodista.
Sobre esta exposición. Women: un siglo de cambio, cuéntanos, ¿qué es lo que se quiere expresar exactamente con estas fotografías?
La exposición es un viaje a lo largo de prácticamente el último siglo, de la evolución, el cambio de la mujer y, sobre todo, y hago mucho hincapié en ello pero creo que es importante, de la forma en que ha sido fotografiada, mirada y, por lo tanto, considerada a lo largo de todo este tiempo.
¿De qué manera puede la fotografía ayudar a la cuestión de visibilizar la situación de muchas mujeres alrededor del mundo?
Creo que es importantísimo. Pienso que todas estas imágenes sirven un poco para, no diría concienciar, pero sí expresar lo que está ocurriendo en el mundo. Esta es una forma directa además de llegar al que lo ve y cada uno tiene que sacar sus conclusiones. De esta manera, esto es un viaje, un recorrido a través de los cinco continentes y a través de todos estos años donde la mujer expresa, siente, llora, disfruta, ríe y te llega. Pienso que los fotógrafos que han acompañado a las mujeres a lo largo de este recorrido no han impuesto, sino que verdaderamente han acompañado, y creo que ese acompañamiento es lo que te hace que surjan momentos íntimos, momentos donde la mujer se expresa sin ningún tipo de condicionamientos.
Te iba a preguntar sobre esa cuestión, tú que tienes una larga trayectoria en el fotoperiodismo, has fotografiado por ejemplo a La Pasionaria, ¿cómo ha evolucionado la visión de la mujer en la fotografía?
Yo creo que ha evolucionado de la misma manera que lo ha hecho la sociedad y la mujer, pues a lo largo de todos estos años, sobre todo de los últimos 50, 60 o 70 años, se ha incorporado de una forma diferente, ha ocupado distintos roles. No es que la mujer nunca haya hecho cosas que está haciendo actualmente, eso lo quiero dejar claro, no significa que la mujer nunca ha sido importante hace 100 años, pero la forma en la que esa mujer ha sido retratada, ha sido fotografiada, ha sido expuesta, no tiene nada que ver. Por lo tanto, también creo que el que ha fotografiado ha tenido que evolucionar. La evolución ha sido un poco el rol de la mujer, se ha ido incorporando de una forma absolutamente cambiante. La mujer está ocupando hoy puestos de responsabilidad y eso lógicamente se ve, pero es, sobre todo, el recorrido de la sociedad en realidad, cómo cambió la sociedad, la mujer.
Has estado muchos años trabajando en el diario El País, pero empezaste en Diario Informaciones, ¿por qué te has decidido por esta aventura de ser la comisaria de esta exposición?
En El País estuve de fotógrafo, por supuesto, de redactor jefe, y de editora gráfica, pero ya llegó el momento en el que lo dejé y ahora surgen nuevos proyectos y nuevas cosas muy interesantes. Realmente esta es una manera de seguir aprendiendo, y me parece maravilloso seguir haciéndolo cada día. Eso te mantiene muy viva y con ganas, y tener el orgullo y el placer de poder mantener un relato con imágenes de fotógrafos tan potentes y tan poderosos es un lujo.
A nivel un poco más personal, cuéntame alguno de los momentos que más te haya emocionado durante tu trayectoria fotografiando, porque has estado en muchos actos importantes de la historia de España, por ejemplo…
Yo soy muy de vivir cada momento, y luego recuerdas unos mejor que otros, pero forman parte de tu trayectoria profesional y forma parte de tu vida, de forma que cada momento me ha supuesto un aprendizaje y un gusto. Hay imágenes a las que el paso del tiempo les influye, porque es verdad que el tiempo en las imágenes les da una importancia u otra. Con el tiempo recuerdas, pero lo haces porque están quizás en libros, en hechos, en la memoria colectiva, etc. Pero a nivel personal, creo que en mi profesión he tenido muchísima suerte, me ha tocado estar en primera línea de cosas muy importantes y eso es lo que más me satisface, poder haber vivido todo eso y estar hoy aquí contándolo.
¿Cuál fue tu experiencia durante el reportaje fotográfico en la cárcel de Yeserías, en Madrid?
Muy triste, era una dictadura, comenzaba el cambio, pero ya sabes que muchas veces para que las cosas cambien, tiene que pasar un tiempo. Sobre todo, la cuestión era el hacinamiento, la forma de convivir, la falta de intimidad, fue de verdad una experiencia muy interesante, por un lado, pero muy traumática por otro, porque veías mujeres que tenían ganas de salir de allí, pero que a la vez cargaban con una losa encima importante y el día a día era muy duro.
Lo bonito es que lo ubicas en esa zona de la esperanza...
Sí, porque hablé con varias de ellas y me seguían diciendo que habían pasado momentos muy difíciles y que hay circunstancias en la vida duras, que o terminas en un manicomio o terminas en la cárcel. Sin embargo, ellas se daban cuenta que, para poder sobrevivir, tenían que cambiar la forma de pensar y esa manera de pensar es que siempre hay un puntito de luz para seguir adelante. A mí me interesó muchísimo que, dentro de lo que estaban viviendo, hubiera ese punto de solidaridad, había muchas ganas de ayudarse unas a otras, de convivir de la mejor forma para poder salir.
Le puede interesar:
Women, un siglo de cambio: un recorrido a través de la mujer en la fotografía
Marisa Flórez: "La foto tiene que reflejar lo que está ocurriendo"