Obras de Alberto Casari y Santiago Yahuarcani llegan a ARCOMadrid' 22 y desde el primer día crean expectativas entre los visitantes. Arte por Excelencias se interesa por sus propuestas y conversa con Alexandra Morales, co-directora de la Galería Crisis, de Perú, institución a través de la cual se presentan en el espacio reservado en la feria para el arte latinoamericano.
Alexandra, ¿qué quieren expresar estas obras de Alberto Casari y Santiago Yahuarcani?
Santiago en su pintura lo que hace es representar historias de su pueblo, contadas principalmente por sus abuelos y sus antepasados.
Aquí tenemos su última serie. Desde el Covid está haciendo una investigación más profunda sobre las plantas medicinales, y se disfruta mucho ir con él al monte y que te vaya enseñando -tuve el gusto de hacerlo-, cada árbol y sacar uña de gato, ayahuasca o ajo sacha, con el cual curó el Covid en 2020 y con lo que cura a sus hijos y nietos.
En una de sus pinturas exhibidas aquí, puedes ver una representación de lo que fue el genocidio del Boom del Caucho a finales de 1800 y en el que unos 30 mil indígenas fueron explotados para extraer el caucho del Amazonas. Él quiere mantener viva esa historia a través de sus pinturas.
Sus creencias, su religión - que él no lo ve como tal, sino como una manera de vivir-, se basa mucho en la hoja de coca y en el tabaco, en rituales con estas plantas que son medicinales, y que hoy en el mundo occidental, contemporáneo, se ha llevado hacia una práctica de locura y exceso. Él intenta repensar esa forma de utilizar estas plantas.
Un punto de vista bastante basado en las tradiciones y costumbres de Perú…
Sí, de la selva, porque Perú también es bastante amplio.
Y Casari, contemporáneo a Santiago, es de la capital, de Lima. Tiene también una trayectoria súper rica, y a nivel local tampoco es muy reconocido.
Desde los 90 comenzó a practicar el budismo y se dio cuenta que finalmente un artista era quizás lo contrario a eso en el sentido del ego, y lo que te dice el budismo es precisamente eso, desprenderse.
Lo que hizo entonces fue despersonalizarse como artista y creó la empresa PPPP (Productos Peruanos Para Pensar), donde ideó tres personajes, cada uno con las mismas iniciales que él (sus alter egos): Alfredo Covarrubias, Arturo Kobayashi y Aquiles Inciso, alias El Místico.
Alberto es un artista muy versátil y creo que ha usado esos personajes para encapsular ciertos cuerpos de trabajo dentro de toda su obra. Luego está el cuarto personaje, Patrick van Horst el crítico de arte, con quien los personajes han tenido entrevistas y ha publicado libros en los que ellos se manifiestan con el crítico.
Estos 4 personajes son creados por él dentro de esta empresa y le permiten de cierta forma desaparecer como individual y darle paso a una colectividad que también es muy rica.
Casari experimenta mucho con los materiales, intenta llevar la pintura hacia otro lugar que le permite salirse del lienzo, tan típico en los años 90, época en la que su trabajo comenzó a tomar más fuerza.
Precisamente por ahí iba mi próxima pregunta, cuéntanos ¿qué materiales ha usado en estas obras y por qué su elección?
El material que utiliza Santiago se llama Yanchama, es una corteza que extrae de un árbol que se llama Ojé y que su abuelo le enseñó a identificar por las hojas.
Corta el tronco, pela la primera capa, y luego, el ojé tiene como un látex, una lámina que rodea la base del tronco, la que comienza a golpear con un machete y se abre. Es como una piel, esa piel es la yanchama.
Es un material que a nivel local se utilizaba para vestimenta bastante típica, y que hoy se usa más en festividades, porque son prendas más antiguas. Él ahora la emplea para pintar, comenzó a darle otro uso hace ya bastante tiempo.
¿Y las telas?
Las telas son de Alberto. Él ha estado utilizando textil desde hace bastante tiempo, cuando comenzó a involucrarse en la producción de alfombras.
Como te digo, por esa versatilidad, Alberto está siempre buscando llevar la pintura hacia otro lugar, queriendo salir del bastidor, y encontró en las telas esa manera de experimentar y finalmente es una pintura, pero no es óleo sobre lienzo.
Y en ese sentido conversan muy bien ellos. Porque tienen estas maneras distintas de ver y producir la pintura.
¿Por qué ha decidido la Galería Crisis venir a la feria de Arte contemporáneo de Madrid para presentar sus obras?
Porque Madrid es para nosotros, para Latinoamérica, una puerta hacia el mercado europeo, hacia el mercado más internacional. Y estos son artistas que queremos llevar afuera.
¿Es la primera vez?
No, es la tercera
¿Expectativas?
Muchas, hay gran interés.
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