En el tiempo, el Hombre, ha utilizado para crear, los más inimaginables materiales, pues, la vasta mente humana reconoce que todo sirve para hacer arte, solo hay que pasarlo por el tamiz del talento y la inspiración infinita del artista. Ese ser que puede engendrar maravillas con sus manos y creatividad. Cada encuentro con el arte nos acerca sorpresas, y la feria Pinta de Miami, abierta en esta Semana de maravillas no fue una excepción. Y devino un espacio mágico, donde aquellos que tenemos la oportunidad de participar, alcanzamos instantes de asombro, por la originalidad de las propuestas, y el esfuerzo con que los artistas las arman desde su talento. Por ellas cruza también el tiempo –transformado en trabajo, amor, dedicación que las hace importantes, singulares…-, amén del material u objeto.
Una visita al espacio que ocupó en esta singular feria, la galería Beatriz Gil (Caracas, Venezuela) dejó ver un arcoíris de creatividad contemporánea, que habla del inmenso desarrollo del arte en esta nación del sur de Nuestra América. Entre los nombres que se barajan con fuerza en las dos últimas décadas se cuenta Alexander Apóstol (Barquisimeto, 1969), graduado de historia de la Universidad Central de Venezuela y que actualmente vive en Madrid, España. Su labor multidisciplinaria, ha sido encaminada hace años a la fotografía, el video, y en esta feria ha presentado un grupo de pinturas bien interesantes en las que continúa incursionando en la historia política de su país. En ellas, acercándose a la cromosaturación del maestro venezolano recién fallecido Carlos Cruz-Diez, uno de los pioneros del arte cinético y el op art en América Latina, combina en sus creaciones, los colores de los partidos políticos tradicionales que se han movido en el tiempo en su país natal. Y a partir de ahí, de forma original, realiza una serie de obras que aportan a lo visual sin entrar en ninguna narración, para seguir el camino de las maravillas creadas, en el tiempo, por estos maestros que hacen magia con los colores, las luces y las sombras para transformar las maneras de la visualidad en ARTE.
Cercano a la ecología, tema tan manoseado en estos tiempos por su importancia para la subsistencia humana en el globo terráqueo, aporta Pepe López, cuya obra muestra una variada heterogeneidad, y maneras diferentes de enfocarla. Nacido en Caracas, 1966, es graduado de Ingeniería civil de la Universidad Metropolitana de su país, ha incursionado en la fotografía, video, escultura, collages, performances y pintura explorando en diversos espectros sociales buscando algo que expresar. Aquí llego con un conjunto de piezas, pictóricas, realizadas con bolsas de plástico desechables -que recoge por los recorridos que hace por el entramado urbano de la ciudad-, para conformar una cartografía singular. Un mural donde suma pinturas de muchas texturas que llevan el ADN de los lugares por donde pasó.
En diálogo con Arte por Excelencias, la directora artística de la institución, Ruth Auerbach, quien nos recibió con una amplia sonrisa en su espacio, contó que esta es la quinta ocasión que llegan a la feria Pinta sumando Miami y Nueva York, donde siempre han encontrado un público muy atento al arte que traen en sus “valijas” creativas. Y es así porque en Venezuela las artes plásticas han tenido, en el tiempo, una esencia de originalidad que las hace muy singulares por la carga de tradiciones de alto calibre que llevan consigo, aunque en su nómina resaltan también nombres de artistas de otros países de nuestra América. Como, por ejemplo, Dario Escobar (Guatemala, 1971), de amplia trayectoria en este universo de las formas/colores por su ingenio y creatividad. Arquitecto, escultor, pintor, que ha dejado también sus huellas en la restauración y conservación del arte colonial, ha realizado una seria investigación de los objetos de consumo como centro de acción y “reelaboración de nuestra cultura contemporánea”. El objeto es para él una síntesis de la herencia cultural de la visualidad del continente, al que suma no solamente las figuraciones propias, sino también abstracciones que añaden un magnetismo que atrapa todas las miradas. Sus obras son un campo de atracción donde se añaden tintes del op art tan característico en esta nación. Ante sus obras vuela la imaginación y la vista encuentra, al rozar con la mirada algunas de ellas, formas y colores extraños, como si penetráramos por los laberintos de una pintura abstracta de extrema belleza.
En una muestra de alto contenido estético, que puso en primer plano el profesionalismo de los directivos/especialistas de la galería en la selección, y asimismo, de los artistas presentados donde se abarco un amplio abanico de tendencias y temáticas que van desde la política, la ecología, el medio ambiente, los instintos humanistas, la geometría, trenzados por el conceptualismo, op art, abstraccionismo, y muchas más, aparecieron también nombres cimeros del arte de Venezuela como Luis Arroyo, Daniel Medina, entre otros.
Otro hermoso regalo de la Semana del Arte, que además de enriquecer la visualidad en estos días, acercó a destacados artistas venezolanos y de otros puntos del continente nuestro, traídos por la galería Beatriz Gil, que con su historia de creatividad despliegan el itinerario imaginario/ilustrado del quehacer plástico nuestro en el tiempo.
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