El XIX Encuentro Cultural «De Madrid a La Habana» fue realizado en el Salón Marinello del hotel Memories Miramar (5ta. Avenida y 72) con la presencia de Carlos Pérez, cónsul general del Reino de España en Cuba; Rafael Garbajosa, jefe de la Oficina de Empleo y Seguridad Social de la representación diplomática española; Gabriel Navarrete, presidente de la Sociedad Cultural Cuba-España; y de presidentes de las sociedades ibéricas radicadas en la Isla.
Como parte de la jornada, fue inaugurada una exposición fotográfica de la artista Lourdes Guerra en homenaje a la Compañía de Danza Retazos, que dirige la Maestra Isabel Bustos, Premio Nacional de Danza, quien nos dijo que le parecía muy interesante que esta fotógrafa, con su sensibilidad, haya podido entrar en el mundo de Retazos y difundir su trabajo. «Es una suerte —agregó— haberla conocido, pienso que vamos a hacer muchas cosas juntas». Al decir del curador de la exposición, Sigfredo López, «Con la Compañía Retazos, Isabel hace realidad el ideal de esa grande de la danza: Isadora Duncan, que reclamaba la fusión del cuerpo, el alma y la inteligencia. Las fotos expuestas intentan expresar el movimiento perpetuo de los bailarines, que devienen en una entrega de belleza que impregna cada fracción de nuestro espíritu».
Las obras incluidas en la muestra llevan como título Retazos in blue, Isadora, El último adiós, Alabanza, En el séptimo círculo, Desavenencias, Aires de luz y Solamente una vez. Su autora, en exclusiva para Arte por Excelencias, declaró: «Mi pasión por la danza viene desde muy pequeña, porque yo hice ballet desde los ocho años hasta que me decidí estudiar Licenciatura en Inglés. Pero mi pasión siempre han sido la danza, el teatro y la arquitectura. La fotografía que hago es generalmente sobre esas manifestaciones. Para esta exposición me animó sobre todo la personalidad de Isabel Bustos, una mujer con una entrega y perseverancia dignas de encomio. Ella me dio la posibilidad de hacer varias tomas en sus puestas en escena y en algunos ensayos. Un día me dije: ¿por qué no hacerle un homenaje a ella, que ha hecho tanto por esta ciudad? La muestra quizás sea una nueva puerta para ampliar mi trabajo; de hecho, ya estoy pensando en otra exposición para el año próximo, aparte de la que tengo en febrero en Luz y Oficios. La idea es unirme a Jorge García, otro fotógrafo de la Oficina del Historiador que ha trabajado con Isabel, para rendirle tributo a ella y al aniversario 500 de La Habana».
Al dejar inaugurado el Encuentro Cultural «De Madrid a La Habana», María Concepción Rico Martín, presidenta del Comité Gestor de la Asociación de la Comunidad de Madrid en Cuba, agradeció el apoyo de las instituciones que lo hacen posible. «Desde ya —agregó— les invitamos a la vigésima edición, que dedicaremos al aniversario 500 de La Habana, ciudad que, un día lejano ya, nos abrió sus brazos y nos acogió como hijos». Minutos después confesaría a nuestra revista: «No solo para mí, sino para el colectivo madrileño, es importante encontrarnos, sentir nuestras raíces, constatar que Madrid vive en La Habana. Vamos a seguir trabajando para mantener estos encuentros».
En la velada se dejaron oír cuplés, chotis, pinceladas de zarzuelas y canciones antológicas tanto de España como de Cuba, interpretadas y bailadas por el Ballet Infantil de la Compañía de Bailes Rosalía de Castro, la soprano Soylín Ibarra y el tenor Bernardo Lichilín, así como el grupo Ahí Namá. Un momento especial fue la presentación de un documental en homenaje a los 95 años de la vedette Rosita Fornés; presente estuvo su hermano José Enrique.
El presidente de la Sociedad Cultural Cuba-España, Gabriel Navarrete, expresó que ya va siendo hora de que las autoridades reconozcan tanto a María Concepción como a los reunidos en el Salón Juan Marinello. «Ella —insistió— lleva muchos años luchando al frente de este colectivo, y ese reconocimiento personal que tiene de todos nosotros debe corresponderse con el reconocimiento formal. Este mensaje va dirigido a quien posee la capacidad de que eso sea posible. No es justo, no es lógico que el colectivo de los madrileños sea el único que no está formalmente reconocido como asociación. Cumplimos todos los requisitos, y como los cumplimos, tenemos el derecho y el deber de exigirlo».